El Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) condenó los despidos ordenados hoy por el presidente de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE), Juan E. Dávila Rivera, apenas unos días después que la gobernadora Wanda Vázquez convirtiera en ley el polémico nuevo Código Electoral, que fue criticado por partidos de minoría y un sinnúmero de otras organizaciones e individuos.

Según publicó El Nuevo Día, el presidente de la CEE despidió al segundo vicepresidente, Nicolás Gautier, del Partido Popular Democrático (PPD), al tercer vicepresidente, Carlos González, del PIP, y a los subsecretarios José Crespo y Sostycelie Galarza.

“El PIP ya había advertido sobre las consecuencias nefastas de ese código electoral. Y una de ellas es el despido de varios empleados con vasta experiencia en elecciones y los procesos en la Comisión. Eso se hizo realidad hoy (martes) con el despido de los vicepresidentes y subsecretarios”, condenó Roberto Iván Aponte, comisionado electoral del PIP.

Deploró el hecho de que el nuevo código electoral “le da amplia discreción al presidente en términos administrativos para hacer lo que quiera sin procesos de fiscalización, como ocurría hasta el sábado pasado”.

“El presidente puede, por ejemplo, decidir mañana quién va a dirigir las diferentes oficinas de la CEE. Puede despedir a quien dirige, por ejemplo, la oficina de compras. Puede cambiarlo cuando quiera”, explicó Aponte, insistiendo en que bajo el nuevo código no habrá fiscalización alguna.

“Otro ejemplo, el tema de los vagones (de ayuda humanitaria) que el PIP denunció. Pues algo así, ahora ni se atendería. Otro asunto, el lío con la página en redes sociales del presidente de la CEE, de hace como tres semanas, que sale un tuit de un jefe de agencia y crea una controversia. Ya ese tipo de fiscalización no se podría hacer. De ahora en adelante el presidente no va a tener ninguna fiscalización”, insistió.

A esa situación, agregó, se añade el hecho de que se han ido produciendo sistemáticos recortes de personal en la Comisión.

“Y ahora le quitas esta gente experimentada. El tercer vicepresidente se encargaba de los procesos de las JIP (Junta de Inscripción Permanente). Y ese proceso empieza ahora (con la proximidad de las elecciones), y lo botó. Uno de los subsecretarios, José Crespo, se ocupaba de verificar los duplicados, las defunciones y todo ese proceso, que es algo que incluso baja el costo de las elecciones, porque mientras más depuradas estén las listas, mientras más al día esté, pues puedes decidir imprimir 900,000 mil papeletas en vez de un millón, por ejemplo. ¿Y quién se va a ocupar de eso ahora? Esa es la pregunta”, añadió Aponte.

Consideró que, además, toda esta nueva manera de operar creará más inestabilidad entre los empleados de la CEE, en momentos en que tienen que lidiar también con la tensión que trae la situación de la pandemia del Covid-19. “Y todo esto ocurre mientras estamos corriendo contra el reloj con las elecciones”.

El comisionado electoral del PIP deploró también que la gobernadora vendiera la idea de que llegó a un acuerdo con todos los partidos antes de firmar el nuevo código, porque había eliminado el asunto del voto electrónico.

“Da unas declaraciones falsas de que se reunió con líderes de varios partidos y llegó a un acuerdo y se eliminó el voto electrónico, como si eso fuera lo único que se protestaba. Y eso no es cierto”, denunció.

Aponte sostuvo que, pasada la etapa de ver si la gobernadora firmaba o no el proyecto, ahora queda ver “cómo el presidente implanta todo esto”.

“El presidente va a tener control absoluto de todos los procedimientos administrativos, de personal, presupuesto, de todo. Ya no se hará nada por consenso”, insistió. “Él va a decir que no es así, que sí hay consenso porque se hace alguna reunión y se discute algo. Pero será solo para cuestiones estrictamente electorales, como puede ser qué colegio se abre. Y eso es muy peligroso”.