Puede ser por una cuestión de estilo, de poder adquisitivo o de ambas, pero las preferencias de los representantes y senadores por los autos que adquieren son muy variadas, aunque es evidente que los carros americanos no son sus favoritos, a juzgar por los vehículos que informan poseer en sus estados financieros del año 2016.

Algunos llegan a sus trabajos en el Capitolio en autos de lujo, otros en modestos carros y alguno que otro tiene una verdadera afición por los automóviles, lo que les ha llevado a invertir una “pequeña” fortuna para coleccionarlos.

Según los datos disponibles en sus informes financieros, la marca preferida es Toyota; Ford tiene varios seguidores y la mayoría compra solo sus modelos tipo “pick up”. En tanto, muchos prefieren líneas europeas.

Primera Hora revisó la lista de vehículos que los funcionarios electos informan en los estados financieros que entregan a la Comisión Estatal de Elecciones antes de la juramentación a sus cargos. Estos carros son parte de su propiedad mueble, pero algunos de los vehículos informados son usados por sus cónyuges o su prole. 

En el caso del recién electo senador Abel Nazario, no tiene vehículo propio para ir a trabajar a la Casa de las Leyes, por lo que recurrió a alquilar un carro en lo que, según dijo a este medio, puede comprarse uno.

En su informe financiero de 2016, el senador dice tener como único vehículo un Mistubishi Galant del 1998 que tiene un valor estimado de $1,200 y que, al parecer, no está en condiciones para dar largos recorridos. 

Compactos, familiares, deportivos, de carga y hasta antiguos son los autos favoritos de senadores, representantes y alcaldes.

En tanto, el representante del penepé Víctor Torres González posee un Toyota Yaris de 2006, que tiene un valor estimado de $4,000 al que le llama “el súper Yaris” por su rendimiento, según comentó a PRIMERA HORA.

Asimismo, su homólogo Samuel Pagán Cuadrado tiene un Kia Optima de 2010 con un precio aproximado de $5,326 y el legislador popular Manuel Natal Albelo va a trabajar en una Kia Sportage del 2013, valorada en $14,653. Además, posee un “motorhome” Winnebago de 1991.

En cambio, el representante del Partido Nuevo Progresista (PNP), Ángel Peña, tiene un BMW 435I del 2015. Además, posee una Ford Expedition del 2008 y una Ford 450 de 2004. Los tres juntos tienen un valor estimado de $95,000, según informó el legislador en su estado financiero de 2016. 

Asimismo, el legislador novoprogresista Urayoán Hernández Alvarado una Toyota Land Cruiser de 2015 valorada en $60,000 y el senador de ese mismo partido Carlos Rodríguez Mateo tiene tres vehículos bajo financiamiento con préstamos de $38,887, $44,000 y $47,376. El también senador novoprogresista Eric Correa dijo en su informe que poseía una Ford Raptor del 2013 valorado en $50,000.

Solo el senador José Vargas Vidot informó tener un vehículo de 2016, los demás senadores y representantes aseguraron ser dueños de carros anteriores al año en que rindieron el estado de situación. Aunque es posible que algunos de ellos hayan adquirido nuevos vehículos en estos primeros meses del año 2017. 

Pocos senadores informan ser los dueños de autos antiguos. Uno de ellos es el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, quien estimó su colección de autos en más de $500,000, aunque no especificó ni el valor ni modelos de esos vehículos.

En tanto, el representante del PNP, Luis Pérez Ortiz, tiene un Volkswagen de 1965, valorado en $25,000, pero además posee otros seis vehículos de motor de más reciente fabricación y una Harley Davidson. Sumados todos tienen un valor estimado de $160,895. Por su parte, el senador Cirilo Tirado es el dueño de un Jeep Willys de 1959 y tiene dos guaguas de fabricación posterior al 2000. 

Solo el representante Ángel Matos García informó ser dueño de un bote para el que tenía un préstamo por pagar de $11,130.

Varios legisladores no informaron las marcas o modelos de sus vehículos en los estados financieros que la Ley Electoral les obliga a presentar después de ser electos. Aproximadamente, 64 funcionarios reportaron poseer vehículos, pero no especificaron marca ni modelo.

Alcaldes en alta mar

No importa si residen en la montaña o en la costa, algunos alcaldes han invertido en lanchas o botes.

El alcalde de Cabo Rojo, Roberto Ramírez Kurtz, es propietario de un bote que -junto a otro vehículo- tiene un valor de $11,000.

El alcalde de Cayey, Rolando Ortiz, tiene una lancha de 20 pies con carretón, valorada en $13,000 y otra lancha con un precio de $3,500.

El alcalde de Quebradillas, Heriberto Vélez, tiene una lancha cuyo valor estimó en $12,500.

Carros, carritos y carrotes

El alcalde de Yauco, Ángel Torres Ortiz, tiene un Acura MDX de 2015 con un valor de $55,200 y un Acura TSX de 2013 de $25,000.

La alcaldesa de Loíza, Julia Nazario Fuentes, informó tener un auto Mercedes Benz C350 de 2013, que tiene un valor de $51,100.

El alcalde de Guaynabo, Héctor O’Neill, tiene varios carros antiguos, entre ellos un Chevy Bel Air de 1955 con un valor de $60,000, un Chevrolet Impala de 1962 valorado en $15,000, un Corvette de 1960 con un precio que estimó en $5,000 y un Porsche 911 Carrera de 1984 por el que estimó un valor de $10,000.

El alcalde de Cayey, Rolando Ortiz, tiene un Jeep Willys de 1969 cuyo valor se estimó en $4,500.

El alcalde de San Lorenzo, José R. Román Abreu, tiene un Chevrolet Impala de 1964, una motora Harley Davidson de 1978, un International de 1987, un Jeep de 2001 y un Honda CRV de 2015. Estimó el valor total en $70,200.

Estos valores aparecen en sus estados financieros.