El ánimo de los puertorriqueños en la zona sur del país está por el piso, situación similar a la que vivió toda la isla el verano pasado cuando el entonces gobernador Ricardo Rosselló dejó el cargo luego que en marchas multitudinarias el pueblo le pidiera la renuncia tras salir a la luz un chat de telegram donde quedó al descubierto la manera en que se coordinaban estrategias políticas y ataques a personalidades desde La Fortaleza.

Este dato fue presentado hoy por José Alfonso, investigador de The Research Office, que hizo el EAT-Estudios Asore Tendencias, discutido como parte del foro “Proyecciones 2020”, de la Asociación de Restaurantes de Puerto Rico (ASORE).

Para el EAT -que se hizo casa a casa entre el 17 de agosto a principios de octubre pasado- se entrevistaron 1,000 personas entre los 18 a 64 años, que no tuvieran planes de mudarse de la Isla el próximo año e incluyó todas las regiones.

Aunque el dato de cómo está el ánimo de la gente no surge del presente estudio, el investigador encontró pertinente mostrarlo esta mañana en un hotel de San Juan a miembros de la industria gastronómica para que tuvieran un panorama de la situación del país y así tomar decisiones acertadas para sus negocios.

Alfonso mencionó que como parte de unos estudios que realiza, lleva 25 años midiendo el nivel del ánimo del consumidor, preguntando cómo “sienten que van las cosas” y las repuestas son: “muy bien; bien; mal; muy mal”.

Tras analizar el período entre el 2013 al 2020, explicó que luego del huracán María hubo una recuperación en el ánimo de la gente porque llegaron fondos federales, dineros de las aseguradoras, entre otros fondos, pero ya para el verano del 2019, volvió a caer, de un 22 a un 11%.

Luego, el último trimestre volvió a subir, por factores como el que había una gobernadora en propiedad y el bono de Navidad.

Sin embargo, para enero de este año bajó a un 10% a nivel Isla y, según aceptó, “por primera vez hemos visto una métrica de la respuesta de muy bien o bien, en cero, en los 16 municipios afectados por los sismos”.

Alfonso, en una aparte con la prensa, aunque dijo que una situación similar se vio en otras regiones, poco a poco fue subiendo y ya, por ejemplo, en San Juan metro está en 14 ó 15%. “Pero tienes a Guayanilla, Peñuelas, Guánica donde están en cero, uno”, insistió.

El investigador ejemplificó que cuando se anunció que la Catedral Nuestra Señora de Guadalupe en Ponce podría ser demolida por los efectos de los terremotos en la infraestructura, ellos estaban entrevistando en allí y “eso fue una debacle para el pueblo de Ponce. ¿Quién en ese momento te puede decir: sí, yo siento que las cosas van bien; sí, yo voy a ir ahora al centro comercial, voy a salir a comer?, porque el ánimo de verdad destruye a la gente. Esas cosas tienen un efecto horrible”, expresó.

Aceptó que culturalmente la gente siempre ve que habrá una mejoría, pero en lo que eso pasa hay miedo e incertidumbre que “se vuelve en patrones irracionales de consumo”.

De su parte, la entrante presidenta de ASORE, la licenciada Marisol Vega Couto, expresó que cuando se hacen este tipo de pregunta media mucho “la percepción de lo que la gente siente que está pasando en el país… En casos se sienten que están gastando más, pero gastan menos en los restaurantes”.

Situaciones como la de los sismos, según la única mujer que ha presidido ASORE, “crea otros desánimos de cómo los puertorriqueños perciben que está el país y eso genera la conducta de consumo, no solo en restaurantes, es a nivel de todo lo que es la industria de alimentos”.

De otro lado, y abundando sobre los resultados del estudio, Alfonso mencionó que entre los consumidores se mantiene la tendencia de apoyar los negocios que invierten en productos locales, con más opciones saludables en el menú y que ofrezcan más descuentos y promociones.

Los restaurantes de comida rápida siguen siendo los más visitados por los clientes (están en por toda la Isla) y entre los de mayor crecimiento en comparación con el 2018 están los food trucks y las barras (chinchorreos).

El estudio también reflejó que los entrevistados están de acuerdo en que salir a socializar en un restaurante es el mejor uso de su tiempo libre.

Ante estos datos, el experto recomendó hacer los negocios más atractivos al cliente, incluyendo buenos precios, servicios y ofertas.

“Hay personas por su actividad social, trabajo… que llegan a los restaurantes. Es el lugar ideal para compartir pero cuando vemos que eso no pasa hay que incentivar a las personas porque solo, no llegan”, sostuvo.

Opinó que “hay que empezar a cambiar el mensaje. Tal vez, en vez de hablarle siempre a la misma gente, para que pase de un canal a otro, lo que hay que hacer es traer gente nueva a la categoría y eso requiere un mensaje diferente”.