En un acontecimiento novel, Puerto Rico se encuentra hoy sin un presidente oficial en su Cámara de Representantes.

Ayer Roberto Rivera Ruiz de Porras intentó convertirse en el nuevo líder en propiedad del cuerpo legislativo, pero no lo logró. Le faltaron seis votos.

En cambio, siete miembros de su delegación optaron por respaldar a Lydia Méndez, que es la legisladora de mayor antigüedad. La minoría novoprogresista tampoco la apoyó y todos se abstuvieron.

Por ende, Rivera Ruiz de Porras se mantiene en funciones de presidente, pero sin ostentarlo en propiedad. Y hasta se podría permanecer hasta el  fin de cuatrienio.

Minutos después de la votación, Rivera Ruiz de Porras enfatizó en que ahora buscará “la unidad”.

“Mi planteamiento y mi meta ahora mismo es tratar de que todo el caucus se pueda unir... Espero que me tome pocos días”, afirmó en una rueda de prensa después de la votación.

Mientras, admitió que no  esperaba que Méndez le disputara la candidatura. Esa estrategia se comenzó a gestar el 27 de agosto, cuando la Junta de Gobierno del PPD emitió una resolución apoyando que se le pidiera la renuncia a Jaime Perelló a la presidencia. La representante dijo que desde entones lo comentó con Luis RaúlTorres.

Méndez aseguró que retó a su compañero de partido porque se necesitaba que alguien diera un paso al frente y se evitaran confrontaciones.

“Yo llevo aquí 20 años y me corresponde a mí la seriedad... con esa honestidad y responsabilidad que siempre hemos mantenido. Por eso la posición. Tú tienes que estar dando un paso al frente”, indicó la representante al ser abordada por los medios. 

La auditoría

Rivera Ruiz de Porras era el vicepresidente cuando la semana pasada tras un ultimatum, Perelló renunció a la posición de presidente. Y es que se le ha relacionado cada vez con más fuerza con el contrato que el cuerpo legislativo le otorgó al recaudador Anaudi Hernández, para l instalación de un cuadro telefónico que nunca sirvió correctamente. Anaudi se declaró culpable de 14 cargos de corrupción gubernamental. Perelló ha dicho que no tiene nada que ver con el contrato a su amigo y miembro de su comité de finanzas.

No obstante, en diciembre  pasado y ante los rumores, ordenó una auditoría sobre el contrato.  El grupo de  legisladores que votó en contra de Rivera Ruiz de Porras exigió entre otras cosas, ver la auditoría. 

Rivera Ruiz de Porras dijo ayer que el estudio que se hizo “no es forense” y que el contrato se firmó en marzo, no en diciembre cuando Perelló lo solicitó. Bajo ninguna circunstancia Rivera Ruiz de Porras divulgó ayer cuál fue la empresa que hizo la auditoría mientras se quejó de que los que no lo apoyaron no creyeron su versión de que daba el seguimiento para obtener los hallazgos del estudio.

Ante esa situación anunció que hoy revelará todo en una rueda de prensa.

“No estoy guardando nada. Si quisiera guardar, no se las daba (la auditoría) porque no estoy obligado a darla, pero sí quiero que sea transparente y que todo el mundo lo debe tener”, afrmó sobre el estudio.

 Al grupo que votó a favor de Méndez se le preguntó si pedierían la renuncia de Perelló, si hay evidencia en la auditoría que no se hizo la contratación adecuada, pero respondieron que no se puede cruzar el río sin llegar al puente. 

Eudaldo Báez Galib, exsenador por el PPD, dijo que la situación de no tener un presidente es absurda y que lo más parecido a ésto ocurrió en el cuatrienio del 1980 al 1984 cuando Ángel Viera Martínez y Severo Colberg se compartieron la presidencia cameral.

También hubo un connato similar cuando finalmente Rafael Hernández Colón se hizo presidente del Senado, recordó.

“El mensaje a Rivera Ruiz de Porras es que él no puede ser presidente. Sin embargo el reglamento le permite serlo. Es un absurdo que va en contra de la intención electoral de los representantes”, afirmó.