Luego de las regulaciones federales aprobadas por el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de los Estados Unidos (“HUD” por sus siglas en inglés), la Administración de Vivienda Pública de Puerto Rico (“AVP”) implementó una nueva política que prohíbe fumar en los residenciales públicos.

Según informó AVP a través de una comunicación escrita en su página web, “la política tiene como propósito crear comunidades más saludables para los residentes y empleados de vivienda pública”.

La misma entró en vigor el 30 de julio y establece la prohibición de fumar “en cualquier propiedad o instalación que forme parte de cualquier residencial público, incluyendo: unidades residenciales - balcones - edificios - pasillos - áreas comunes cerradas - oficinas - áreas de trabajo - ascensores – centros comunales - kioskos - oficina - área comercial - instalación recreativa o deportiva - centro de cuidado de niños o ancianos - centro de salud”.

La restricciónse extiende hasta 25 pies de distancia desde cada una de las áreas antes identificadas.

La prohibición incluye “la actividad de aspirar y despedir el humo de tabaco o de otras sustancias que se hacen arder en cigarros, cigarrillos, pipas, “hookas”, cachimbas y otros productos similares, e incluye poseer o transportar los mismos mientras estuvieran encendidos”.

Se informó además que si algún residente viola esta restricción estaría incumpliendo material del contrato de arrendamiento lo cual conllevará la imposición de sanciones escalonadas y podría acarrear la cancelación del contrato.