El Departamento de Salud y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) llevaron a cabo un importante ejercicio que busca hacer a las comunidades más seguras de cara a un desastre a un huracán, contando con la participación activa de las propias comunidades y sus líderes.

El simulacro tuvo lugar en Punta Santiago, en Humacao, como parte del programa piloto denominado Plan de Mitigación de Riesgos Comunitarios a la Salud por Huracanes, que según los organizadores tiene la característica de que por primera vez coloca en el mismo salón a los jefes de agencia y líderes comunitarios para establecer la mejor comunicación y estrategias de cara al manejo de la emergencia provocada por el desastre atmosférico. 

“Este es un proyecto que se enfoca en que la comunidad prepare su propio plan para reducir daños a la salud o la muerte ante un huracán. Es diferente a otros planes en que participa la comunidad. Es una combinación de representantes de organizaciones de la comunidad, de base comunitaria, y personas claves del gobierno estatal y federal”, explicó Margarita Pagán, coordinadora del proyecto en Salud.

Aclaró que, como es un proyecto piloto bajo evaluación para ver si es efectivo para las comunidades, por ahora solo está en dos municipios, Humacao y Utuado. Si resulta exitoso, entonces se extendería a otros municipios.

El proyecto pone énfasis de alta prioridad en las poblaciones consideradas más vulnerables, los niños menores de 5 años y los adultos de más de 65 años.

El doctor Miguel Cruz, consultor de los CDC en área de emergencias de salud asignado al Departamento de Salud, explicó que como parte del proyecto se hizo un análisis de riesgo en los municipios de Humacao y Utuado, que se le presentó a la comunidad. La siguiente fase, agregó, fue “crear un plan de emergencia comunitario. Todos juntos creamos el primer borrador del plan”.

En el ejercicio en Punta Santiago, se puso a prueba dicho plan, con la presencia de todas las personas claves encargadas de tomar alguna acción.

“Lo que buscamos es que la comunidad esté preparada para que tome acción, con iniciativas propias. El plan establece el qué, el cómo y el cuándo, qué le toca hacer al municipio, a manejo de emergencias, a Familia, Educación, los (centros) Head Start. También está participando la Guardia Nacional”, comentó Pagán.

“Es importante tener a las comunidades aquí. Esa dinámica de grupo envuelve a líderes comunitarios, líderes de fe, agencias, y tenemos un facilitador que los está caminando a través de lo que sería un desastre”, agregó Cruz. “En la vieja escuela, las agencias responden al desastre y tratan de salvar vidas. La filosofía detrás de esto se enfoca en la prevención, para que no llegue a ser necesario tener que ir a recatar a nadie”.

“Es sumamente importante sentar a las personas de la comunidad con líderes de las agencias. Eso rara vez se da. Han podido hablar de las cosas que más los aquejaron durante le huracán”, insistió Pagán. “Cada vez que tienes a líderes comunitarios y agencias en una misma mesa es una victoria. Ese diálogo es bien bonito, una buena dinámica de trabajar por un fin común”.

En la próxima fase, esperan hacer una evaluación del proyecto “para ver si podemos replicarlo en otras comunidades”.

Si este proyecto demuestra que se pueden reducir daños y muertes, “se pueden extender a otros municipios en Puerto Rico y otros lugares del Caribe”.

Los resultados, indicaron, se darán a conocer públicamente. Las personas interesadas en más información sobre este proyecto se pueden comunicar al Departamento de Salud, al teléfono 787-765-2929, extensiones 3685, 3692 o 3698.