El expresidente del Partido Popular Democrático (PPD), David Bernier, dijo que a un año del triunfo de Ricardo Rosselló en las pasadas elecciones lo más que le dicen los ciuddanos cuando se lo encuentran en al calle es "de la que te salvaste", pero él no piensa igual que esos ciudadanos.

En un mensaje colocado en su cuenta en la red social Facebook ayer, a un año del triunfo de Rosselló en las elecciones generales, Bernier dijo que no tiene lamentos por la decisión de aspirar infructuosamente al máximo puesto electoral de la isla.

"Entre las muestras de cariño una que se ha vuelto bastante frecuente es repetirme una y otras vez: ¡De la que te salvaste! Lo dicen con amor y buenas intenciones, deseando lo mejor para mi familia. Debo decir, sin embargo, que aunque entiendo sus razones mi corazón de servidor publico me grita en sentido contrario. Para mí, como debe serlo para el gobernador actual, hubiese sido un honor servirle a mi país en el momento más crítico de su historia", dijo Bernier, quien ha ocupado las secretarias del Departamento de Estado y del Departamento de Recreación y Deportes, además de presidir el Comité Olímpico de Puerto Rico (COPUR).

A continuación, el mensaje íntegro de Bernier: 

"¡De la que te salvaste!

Hace exactamente un año, el pasado 8 de noviembre, me tocó reconocer públicamente que el pueblo había electo democráticamente como su gobernador a Ricardo Rosselló. Con mucha gallardía, y la tranquilidad de espíritu que brinda la certeza de haber cumplido con el deber, acepté aquel veredicto. Aquella noche, aunque triste, me sentía tranquilo. Era la culminación de un gran esfuerzo, de una batalla fuerte y tenaz que permitió colocar a la institución política que presidía a solo pasos de una victoria. Esta fecha tendrá siempre para mí un valor muy especial. Fue mucho lo que crecí y fortalecí mi carácter. Lo que aprendí y constaté. Lo que reí, lloré, disfruté y sufrí. Al fin y al cabo de eso se trata la vida.

Hoy sólo tengo palabras de agradecimiento para quienes creyeron y estuvieron dispuestos a acompañarme; quienes se fajaron y pusieron el corazón, llegando hasta la fatiga, tratando de convencer a nuestros compatriotas de que nos brindaran su confianza. El recuerdo de sus abrazos y sus muestras de afecto siempre me acompañarán.

Entre las muestras de cariño una que se ha vuelto bastante frecuente es repetirme una y otras vez: ¡De la que te salvaste! Lo dicen con amor y buenas intenciones, deseando lo mejor para mi familia. Debo decir, sin embargo, que aunque entiendo sus razones mi corazón de servidor publico me grita en sentido contrario. Para mí, como debe serlo para el gobernador actual, hubiese sido un honor servirle a mi país en el momento más crítico de su historia. Las cicatrices que surgieran de esa lucha, las que fueran, las habría cargado con orgullo por el resto de mi vida, como cargo las sufridas durante todas las batallas libradas en mis años de servicio al país.

A un año de las elecciones no tengo reproches ni lamentos, solo agradecimientos con la vida. Me levanto temprano todos los días a trabajar duro para echar a mi familia adelante. En el proceso hago todo lo que puedo para ayudar a mi país. Al final no hace falta un puesto político para servir, sólo buena actitud y amor por la patria.

A todos ustedes, nuevamente, gracias por tanto. ¡Nunca me cansaré de agradecerles!"