Una mujer de 39 años de la región de Bayamón y un hombre de 76 años de la zona de Mayagüez son las primeras víctimas mortales este año del virus del dengue en Puerto Rico, una enfermedad que junto a la influenza se han convertido en un dolor de cabeza para la comunidad médica, complicando aun más el panorama de alta transmisión comunitaria que aún se enfrenta a causa del COVID-19.

El último reporte de vigilancia de enfermedades arbovirales que analiza el Departamento de Salud, indica que hasta la semana 44 (que recoge datos del 29 de octubre al 5 de noviembre) se habían identificado 503 casos confirmados y 87 probables de dengue, una enfermedad viral causada por una infección con cualquiera de los cuatro virus existentes (DENV1-2-3-4). La persona infectada por uno de ellos queda inmunizada de ese tipo de virus, pero no de los otros tres.

“El dengue y la influenza se han convertido en un dolor de cabeza. Y en el caso del dengue tenemos que, según el último informe, ha provocado 26 casos severos y dos fatalidades”, explicó Iris Cardona, principal oficial médico de Salud.

Las dos muertes reportadas ocurrieron el pasado mes de octubre. Según la agencia salubrista más de 180 personas han sido hospitalizadas por presentar síntomas moderados o severos del virus.

De los casos confirmados de dengue, el 60% corresponde a población pediátrica entre 0 a 19 años de edad. Mientras, los pueblos que más casos han reportado son Bayamón (110), Mayagüez (71) y San Juan (52).

“Llama la atención que de julio para acá los casos semanalmente se han ido duplicando. También se ve consistentemente que la mayoría de los casos ocurre en la población pediátrica, que es donde también se ven las hospitalizaciones”, explicó Cardona.

La también infectóloga pediátrica fue enfática en que hay estrategias para prevenir el dengue tomando el control de criaderos del mosquito Aedes aegypti. El virus - al igual que el zika y chikungunya- se transmiten a las personas por medio de la picadura de estos vectores.

“Tenemos iniciativas a través de la Unidad de Control de Vectores y en Salud, a través de Salud Ambiental -en conjunto con los municipios y el Departamento de Agricultura- se coordinan ejercicios de asperjación con larvicidas. Pero el rol más importante es el que se hace desde la comunidad identificando criaderos en los hogares a través de recipientes de basura, juguetes que quedan en el patio, floreros o fuentes, entre otros lugares”, dijo al puntualizar que es importante que la ciudadanía esté consciente de vaciar, cepillar, tapar o botar todo aquello que implique criaderos d emosquito. También es importante el uso de repelentes.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) advierten en su página que el dengue es común en Puerto Rico y el riesgo de contraer el virus en la isla es “alto”. Además, alertan que no existe un medicamento específico para tratar el dengue, una enfermedad que en su manifestación grave requiere hospitalización y puede causar la muerte.

“Cada año hasta 400 millones de personas se infectan con dengue. Aproximadamente 100 millones de personas se enferman por la infección y 40,000 mueren por la enfermedad grave”, señalan los CDC.

El síntoma más común del dengue es la fiebre junto a cualquiera de las siguientes manifestaciones clínicas: náuseas, vómitos, sarpullido, molestias y dolores en ojos o musculares, entre otros. Generalmente, duran entre dos a siete días y la mayoría de los pacientes mejora en una semana.

Actualmente, hay una vacuna disponible contra el dengue y está aprobada para población pediátrica entre 9 y 16 años que hayan tenido una infección previa del virus. Una niña boricua de 12 años y residente de la zona metropolitana fue la primera paciente en Puerto Rico y Estados Unidos en recibir la vacuna. La menor fue inoculada en septiembre.

Casos de influenza están sobre umbral de alerta

Otro virus que continúa ganando terreno en Puerto Rico es la influenza, la cual también ha provocado dos fatalidades en dos féminas de 56 y 63 años de las regiones de Caguas y Bayamón.

“Ambas se contagiaron de influenza A y ninguna se había vacunado”, explicó Cardona al insistir en que la vacunación es clave para el control de casos.

La influenza es una enfermedad respiratoria contagiosa que puede causar una enfermedad leve o grave y en ocasiones puede llevar a la muerte.

El último informe de vigilancia de Salud indica que en lo que va de temporada 2022-2023 (que incluye casos hasta el 4 de noviembre) se habían identificado en la isla 5,447 casos de influenza.

“Esto es mucho considerando que en la temporada 2021-2022 se acumularon poco más de 6,000 casos. Ya pasamos el umbral de alerta y el umbral de temporada y los casos siguen subiendo. De hecho, hemos tenido sobre 340 personas hospitalizadas”, subrayó Cardona al agregar que la región de Ponce es la más afectada.

De los casos acumulados en la temporada 3,369 son de influenza A; otros 1,526 son de influenza B y hay 18 que son influenza A y B.

Lo que llama la atención de la comunidad científica es que de los 5,447 casos solo 97 estaban vacunados. Esto equivale a que solo 1.8% de los pacientes estaba inoculado.

“La influenza es prevenible, igual que sus complicaciones. Hemos sido consistentes en decirlo para evitar estas enfermedades severas y muertes. Está probado que la vacunación interrumpe la transmisión exagerada de esta infección. Así que nuestro llamado es que toda población de seis meses en adelante se vacune”, insistió la médica.

Explicó que, actualmente, solo se han administrado unas 200,000 dosis de vacunas contra influenza en Puerto Rico. “Diría que lo que nos está dando más trabajo son las poblaciones pediátricas porque cerca de un 50% de los adultos mayores se vacunan. Así que el llamado es a los padres para que vacunen a sus niños porque, de hecho, la tasa de ataque es mayor en los menores de edad”, acotó Cardona al explicar que la vacuna está recomendada para las personas que hayan enfermado una vez dejen de presentar fiebre.

La población apta para vacunarse contra influenza puede recibir la dosis en los centros de salud primaria, centros de vacunación, farmacias de cadena y de la comunidad.