Las agencias encargadas de velar porque se cumpla lo establecido en el contrato que cedió la operación del sistema de transmisión y distribución de energía eléctrica a LUMA Energy indicaron que el consorcio ha ido mejorando paulatinamente sus operaciones, si bien todavía hay métricas en las que no ha logrado cumplir con las expectativas.

Por medio de una extensa presentación, el director ejecutivo de la Autoridad para las Alianzas Público Privadas (AAPP), Fermín Fontanés, el director ejecutivo de la Oficina Central de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia (COR3), Manuel Laboy, y miembros del Negociado de Energía, expusieron el informe de los primeros meses de operaciones de LUMA, que asumió control del sistema de transmisión y distribución en junio pasado, así como los pasos que tomados para mantener una supervisión de sus operaciones.

De igual forma, aclararon información relacionada con diversos asuntos, tales como la tarifa energética, la fuente de pago de los altos sueldos de los ejecutivos de LUMA, y los comentarios de LUMA que alega haber usado $32 millones en gastos operacionales por encima de lo previsto.

El informe trimestral refleja que, en algunas métricas como la duración de los apagones y la cantidad de apagones por consumidor, LUMA quedó por arriba tanto de la cifra que estableció el Negociado de cómo se comportaba la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), como de la cifra deseada para el funcionamiento de LUMA que se esperaría fuera mejor que la de la AEE.

“Obviamente, en el comienzo, el asunto de los apagones, la frecuencia de los apagones y la durabilidad nos preocupaba, y estábamos en comunicación con ellos todo el tiempo sobre eso. Diría que desde finales de octubre hasta el día de hoy en el último mes eso ha mejorado sustancialmente. Pues entonces podemos enfocarnos en otras cosas que tienen que mejorar”, sostuvo Fontanés.

Más allá de los apagones, agregó que “hay varias cosas. Obviamente, en el área de comunicaciones, para nosotros ha sido un área que nosotros hemos enfatizado constantemente durante la transición y después de junio primero. Diría que a lo mejor en las últimas dos o tres semanas han mejorado un poco. Pero nosotros hemos sido enfáticos en que la comunicación con el pueblo es prioridad, y que muchas de estas controversias se podrían evitar con mejor comunicación”.

Fontanés también comentó que “en el reporte trimestral también hay unos asuntos de presupuesto que estamos evaluando”, en referencia al sobregasto de $32 millones. Aclaró que LUMA trabaja con “un presupuesto de un año completo, y hay que ver cómo se va manejando. Pero es algo que estamos monitoreando y reuniéndonos con ellos para entender en detalle”.

Explicó que, entre los asuntos levantados por LUMA para justificar el exceso de gasto, se incluyen “adiestramiento, falta de adiestramiento, reclutamiento de personal adicional” y un asunto relacionado a reparaciones completas al atender averías, que estarían pagando del fondo estatal a pesar que son gastos que podrían ser elegibles a pagarse con el fondo federal, pero que no pueden cobrar al pote federal hasta que se completen procesos de autorización por parte de agencias federales. Explicó que esa decisión de LUMA de hacer esas reparaciones “que entienden que hay que atender en ese momento y no ameritan esperar”, se ve reflejado en el reporte trimestral, con un sobregiro en el fondo local y un gasto por debajo de lo proyectado en el fondo federal.

En cualquier caso, nada de eso debe tener impacto en la tarifa básica que pagan los consumidores. De entrada, sostuvo Edison Avilés, presidente del Negociado, “LUMA misma ha dicho que en los primeros tres años no va a pedir aumento en la tarifa”.

Afirmó que “se supone, y la premisa fundamental es que LUMA opere dentro de la tarifa que heredó de la Autoridad de Energía Eléctrica” y, ya refiriéndose en particular a la polémica del sobregasto, aclaró que “si por alguna razón fueran al Negociado” a hacer algún tipo de reclamación, “eso no se puede ver aislado, hay que verlo en un contexto global. Y dentro de ese contexto, con las expresiones del ingeniero Laboy, que habló que la mayoría de los fondos federales vienen a sustituir el fondo local, pues hay una partida de $140 millones, que está en la tarifa, aprobada para inversión de capital, que tendríamos que analizar si se utilizó, si no se utilizó, y si serviría de amortiguador para cualquier deficiencia, de manera que el pueblo no sufra un aumento tarifario”.

Fontanés agregó que LUMA “nos indicó por escrito, que ese ‘overspending’ (sobregasto) no contempla un cambio tarifario, que ellos tienen un plan de mitigación, para que no resulte al final del año en un déficit”.

En cuanto a la polémica sobre los salarios de los ejecutivos, Fontanés detalló que el gobierno le paga a LUMA un pago fijo de $115 millones anuales por operar el sistema de transmisión y distribución. De ese pote de $115 millones por los servicios de administración salen los salarios de los ejecutivos.

“Si Wayne Stensby se ganara $25,000, todavía nos sigue costando $115 millones. Si se gana $50, $1 millón, 10 millones, $20 millones, sigue costándonos $115 (millones) porque ese es el pago que se le da a ellos por dar el servicio. Nosotros le pagamos $115 (millones), y cómo ellos lo distribuyen allá adentro, eso es allá ellos”.

En cambio, el salario de los empleados de LUMA, sí “son gastos rembolsables que LUMA paga de la tarifa”, que están incluidos dentro del presupuesto.

Avilés detalló que el presupuesto tarifario total es de unos $3,200 millones a $3,400 millones, la mayor parte del cual se gasta en combustible para generar energía. El presupuesto de LUMA como tal es de $1,200 millones, y de ese presupuesto salen los $115 millones del pago fijo para administrar, que no varía, no importa cuánto les paguen a los ejecutivos.

“Nunca ellos van a venir a pedir un aumento tarifario diciendo no me da para pagarle a Stensby. Si no te da para pagarle a Stensby, dentro de tu cajita de $115 millones, has los arreglos que tengas que hacer. Eso es administrativo”, comentó Avilés.

Fontanés también se refirió a la polémica por la entrega de documentos a la Legislatura, y la describió como “un problema de comunicación más que nada”. Sostuvo que en todo momento le sugirieron a LUMA que entregara todo, bajo confidencialidad que por ley debe preservar la Legislatura, “y al final fue lo que decidió el juez”. Agregó que la polémica no ayuda al esfuerzo de buscar inversionistas, y de hecho hubo proponentes que llamaron preocupados por lo que ocurría.

El Negociado, por su parte, sostuvo que “si hay algo que el Negociado de Energía espera que mejore es el flujo de información”.

“Originalmente regulábamos a la Autoridad, y la Autoridad tenía el control absoluto de la información. Hemos visto que, en diferentes procesos, al fraccionarse la generación y a transmisión y la distribución, hay veces que ese flujo de información, unos dicen lo tiene la Autoridad, la Autoridad dice lo tiene LUMA. Y hay veces que tenemos que entrar a decir, para nosotros ustedes son regulados, pónganse de acuerdo y dennos la información”, afirmó Avilés. “Si me preguntas si hay algo que debe mejorar y que esperemos mejore prontamente es ese flujo de información entre ellos para con el Negociado, para que se aceleren los procesos para lograr la transformación de una manera transparente”.

Sin embargo, Lilliam Mateo, comisionada asociada del Negociado, comentó que “hemos visto progreso en la dirección que esperábamos verlo. Creo que ya estamos alcanzando un nivel en el que los intercambios entre el Negociado y LUMA están siendo más productivos y más rápidos”.

“Lo que debemos estar pendientes es cómo responde LUMA cuando surgen diferencias, y cómo se adapta a lo que se le está requiriendo que haga para cumplir con la política pública. Y en ese sentido, creo que la dinámica que se está desarrollando es una dinámica positiva para que se logre el cumplimiento con política pública”, agregó Mateo, acotando que “estamos bastante temprano en el juego. Vamos a ver cómo se desarrolla el proceso, pero vamos a seguir observándolo con el mismo rigor”.

Por otro lado, el informe también refleja tendencias a mejoría en otras métricas, en labores de mantenimiento y desganche, áreas de servicio al cliente, en reparaciones y mejoras a la red de trasmisión y distribución, seguridad laboral, entre otras. También refleja adelantos significativos en los procesos para poder adelantar los proyectos de mejoras a la red que serían rembolsados por la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA), con algunos proyectos de gran envergadura cuya ejecución podría verse tan pronto como el primer trimestre del año próximo, y que incluyen entre otros la reparación de subestaciones en Cataño, Vieques y Culebra.