Meterles mano a sus dos centros de envejecientes, Virgilio Ramos Casellas y Remanso de Paz, fue de las primeras tareas del alcalde José Sánchez González. Esto, según indicó, por la situación precaria en términos de recursos económicos y de planta física en que los encontró.

“Tuvimos que hacer una inversión de miles de dólares para poner a esos centros en condiciones”, estableció Sánchez González, quien por ejemplo tuvo que arreglar por completo el techo de uno de los centros, acción que se logró con fondos que le fueron asignados por la intervención de Guillermo Miranda Rivera, representante del Distrito de Vega Alta, Vega Baja, Morovis y Manatí.

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El centro Virgilio Ramos Casellas es un cuido de 24 horas, donde se les proporciona a sus participantes -a aparte de cuido y alimentación-, asistencia de enfermeras y médicos.

Por su parte, Remanzo de Paz es un centro diurno y que como parte de sus servicios ofrece a los ancianos transportación de ida y vuelta a su residencia, comidas como desayunos, meriendas y almuerzo. También se les brinda actividades y recreación hasta las 3:00 p.m.

Asimismo, este último lleva comida a domicilios para aquellos que no pueden llegar hasta el centro.

 “Hemos podido poner en condiciones nuestros centros así que nuestros viejitos están muy bien cuidados. Hemos recortado otras cosas en el presupuesto, pero todo lo que tiene que ver para nuestra población anciana no lo vamos a recortar”, apuntó Sánchez González.

“Nos toca ahora atenderlos y estamos tratando de ser responsables con el sector de envejecientes. Darles el cariño y la atención. Allí (en los centros), los están atendiendo y no vamos a escatimar en recursos, ni esfuerzos para que nuestros centros estén en condiciones”, concluyó.