El claustro de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo (UPRA) reclamó la restitución de su rectora, Ana Gómez, y solicitó la renuncia del presidente de la Universidad, José Ramón de la Torre, y de la Junta de Síndicos, Ygri Rivera.

La petición se hizo en una votación unánime en una reunión extraordinaria a la que asistió más del 80 por ciento de los profesores de ese recinto y en la que renunciaron todos los decanos y decanos auxiliares en solidaridad con la saliente rectora, informó el profesor Luis González.

Los profesores también afirmaron que no reconocerán a Juan Ramírez Silva, como rector interino. Ramírez Silva fue rector de esta institución pero fue destituido durante su mandato.

Los docentes también aprobaron una resolución en la que exige al Presidente y a la Junta de Síndicos que establezcan un diálogo de buena fe con los estudiantes y retire las demandas judiciales o cargos contra los alumnos miembros del comité negociador.

Así también pidieron la derogación de la certificación 98, que la administración haga una afirmación de la política de no confrontación y ordene el retiro de la Policía en todos los recintos.

En tanto, los estudiantes en huelga de la UPRA dijeron que esperaban que el entrante rector interino les garantice una política de no confrontación y que no se presentarán cargos o sanciones contra los huelguistas, dijo Gabriel Alemán, uno de los líderes de la huelga.

“Nosotros tuvimos un excelente diálogo y hasta negociación con la pasada rectora. Igualmente estamos abiertos a diálogo y negociación con el nuevo rector que ha sido nombrado”, expresó  por su parte Víctor Vázquez, uno de los estudiantes en huelga.

Gómez dijo que suponía que su renuncia estaba motivada a su advertencia de que no autorizaría la entrada de Policías al recinto y que tampoco acudiría a los Tribunales para forzar una salida de los alumnos.

Mientras que en la Universidad de Puerto Rico en Utuado (UPRU) los estudiantes se mantenían ayer en los portones y alertas a las recientes acciones de la administración central como las demandas entabladas contra miembros del comité negociador y la destitución de la rectora de Arecibo, quien defendió la no confrontación.