Los trabajos de reparación por los derrumbes ocurridos en la autopista Luis A. Ferré (PR-52) de Cayey a Salinas -vía por la que transitan diariamente 85,000 vehículos- culminarán para el verano del 2024, adelantó el director ejecutivo de la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT), el ingeniero Edwin González.

Tras varias posposiciones de labores -en parte a causa de las lluvias generalizadas que han afectado la zona- al fin se estipuló una fecha aproximada para que culmine la reparación por los deslizamientos que agudizaron luego del paso del huracán Fiona por Puerto Rico en el 2022; aunque un análisis de suelo confirmó que la montaña de rocas que se desprendió tenía grietas o fisuras de 350 metros que pudieron ser provocadas por los terremotos de 2020.

Los daños estimados por Fiona -el tercer huracán más costoso en azotar a la isla después de María (2017) y Georges (1998)- son de $2,500 millones.

Según explicó González, la inversión total para reparar el área es de $16 millones, y comenzó con la remoción de rocas sueltas que se desprendieron de la montaña, algunas de ellas tan pesadas como de 10 a 15 toneladas y con una medida gigantesca de hasta 15 pies.

En noviembre de 2022, esta era la situación con el derrumbe en la PR-52, cerca el Monumento Al Jíbaro en Cayey.
En noviembre de 2022, esta era la situación con el derrumbe en la PR-52, cerca el Monumento Al Jíbaro en Cayey. (Jorge A. Ramírez Portela)

Para esta fase hubo que limitar el tránsito que, en temporada normal, funciona con cuatro carriles. Esta medida provocó que el área sufriera de congestión vehicular por muchos meses.

Actualmente, hay dos carriles en cada dirección, aunque dos de ellos están limitados en algunos kilómetros.

“Al principio se creía que era un deslizamiento mucho más pequeño, pero luego se fue explorando toda el área y se tuvo que remover mucho material... de ahí se comenzó a diseñar y lo que ven ahora es una malla para retener cualquier otro deslizamiento futuro. Estamos hablando de un proceso que es algo artesanal porque tenemos que barrenar en la montaña. Es algo bien delicado y complejo porque una vez se coloca toda la malla se empieza el proceso nuevamente para hacer una segunda terraza... son varios niveles y en total, se prevé que sean tres terrazas”, acotó el director de ACT al agregar que, incluso, se utiliza una grúa para llevar a los trabajadores hasta las zonas a ser impactadas.

¿Había probabilidades de que se repitiera otro evento de deslizamiento en esta zona?, le preguntó la prensa.

“En esta montaña estaba identificado que sí, que era muy alta la probabilidad. Por eso estamos tomando las precauciones debidas y se está tomando esto con muchísima seriedad... para asegurarnos de que no vuelva a ocurrir a futuro”, acotó González.

Puntualizó que como medida cautelar, los ingenieros de suelo y geólogos de la agencia hacen una revisión de todo el corredor de la PR-52 para identificar otras posibles áreas de riesgo ante la amenaza de fenómenos atmosféricos venideros o movimientos telúricos.

El ingeniero destacó que cercano a la zona de trabajo se realizan obras de rehabilitación de dos puentes. Además, se reemplazarán las losas de hormigón a fin de restablecer el pavimento que transcurre toda la PR-52. Esta iniciativa en particular, que se llevará a cabo con una inversión de más de $30 millones, culminaría en poco más de dos años. La idea es que las labores se hagan por subsegmentos y parte de la estrategia para evitar los tapones es abrir de forma gratuita los carriles dinámicos.

“Tenemos más de $970 millones en proyectos activos a través de todo Puerto Rico”, agregó el funcionario.