El precandidato a gobernador del Partido Nuevo Progresista (PNP), Ricardo Rosselló Nevares, se pronunció hoy, jueves, en contra de la enseñanza sobre perspectiva de género en las escuelas públicas, por entender que la educación sexual “es responsabilidad de los padres”.

Además, sentenció que de ser electo gobernador, no impulsará legislación que expanda la cobertura de derechos humanos a los miembros de la comunidad lésbica, gay, bisexual, transexual y transgénero (Lgbtt), sino que se ceñirá a los derechos “que les otorguen los tribunales”. 

Rosselló Nevares hizo los señalamientos al anunciar un acuerdo con un grupo de religiosos para, de ganar la gobernación, dejar sin efecto una Carta Circular del Departamento de Educación que promueve la educación con perspectiva de género. Explicó que lo propuso “bajo el fundamento de que entendemos que esa decisión recae en los padres y no en el Estado”. 

Dicho acuerdo, según dijo, también atiende unas preocupaciones de los sectores de “base de fe” sobre los estilos de gobernanza en Puerto Rico. Entre esos puntos adicionales se destacan la promesa de reestablecer la regla de que los estudiantes deberán llevar el uniforme escolar conforme a su sexo, por lo que rechazaría alumnos travestidos y el rechazo a la despenalización de la marihuana.

El anuncio lo hizo durante una actividad realizada en la Iglesia Bautista de Levittown, en Toa Baja, en la que estuvieron presentes Jefté Pereira, presidente de los Hogares Nueva Vida y Nuevo Pacto, el pastor Erick Ríos y el exjuez, Jorge Escribano, pastor de la iglesia Cruzada Evangélica Misionera, en Caimito, San Juan, entre otros religiosos.

Se define como “Católico cristiano” 

Durante su presentación, Rosselló Nevares negó que sus propuestas, en general, muestren que es una persona fundamentalista. Dijo que lo que presentan es que son ideas “innovadoras, diferentes”, pese a que algunas de sus posturas chocan incluso con leyes de Estados Unidos como por ejemplo, la decisión del Tribunal Supremo de reconocer como legal el matrimonio entre personas del mismo sexo. 

“Lo que yo no puedo aceptar es que, verdad, que alguien me venga con la premisa de que para ir y tener esos cambios positivos para Puerto Rico, hay que excluir un sector tan valioso como lo es la iglesia”, expuso el precandidato, quien se describió como un “católico cristiano”.

A petición de este diario, el aspirante explicó lo que a su juicio es la separación de iglesia y estado. Lo que dijo fue que en su plan de Gobierno “sí hay una división entre la iglesia y el estado. Esa es una postura que yo he establecido. No obstante, la gente, el pueblo, es parte de nuestro Gobierno. La aspiración de hacer una mejor sociedad no debe separar a distintos grupos de la sociedad de ello”.

Este diario le preguntó si sus posturas en contra de la educación con perspectiva de género y la prohibición que establecería para que un estudiante del sistema público de género masculino, por ejemplo, se vista como mujer representan un rechazo a la comunidad Lgbtt, pero dijo que no.

“Yo como ley establecí que, una vez sea gobernador, yo voy a defender los derechos. Ese es mi compromiso, no importa cómo piensen, no importa si estén en contra o a favor mío. Así que sí, voy a defender el derecho de todo el mundo”, dijo.

Añadió, sin embargo, que esos derechos que defenderá de las comunidades Lgbtt son aquellos que hayan establecido los tribunales. 

“Yo respeto la decisión de cada cual de hacer lo que ellos así deseen, lo que no podemos permitir es que ese tipo de intromisión se le meta al hogar del puertorriqueño, que no sea una directriz del Estado”, acotó. 

Mientras, explicó que aunque las escuelas del Gobierno sean lugares públicos, no se les puede permitir a los estudiantes el derecho de seleccionar si se visten con ropa de niño o niña. 

“Hay una norma por cada escuela”, dijo. 

El último de los puntos que planteó Rosselló Nevares en su acuerdo trata sobre el uso de la marihuana medicinal y la despenalización de esta sustancia controlada. 

Indicó que como científico reconoce los beneficios medicinales del cannabis, pero cree que se debe controlar el proceso de la medicalización para evitar que redunde en la ilegalidad. 

El aspirante opinó que actualmente “se está tratando de pasar gato por liebre” con el tema de la marihuana y el Gobierno se muestra como uno que ha despenalizado su uso. Insistió en que debe controlar todo el proceso. Habló de la posibilidad de poner código de barras en los productos para que se conozca la procedencia del material y de “no suavizar la parte punitiva” a todo aquel que violente su uso.