La portavoz del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) en el Senado, Ana Irma Rivera Lassén elogió hoy una medida de la Cámara que propone cambiarle el nombre a un edificio en la calle Ramón Emeterio Betances en Cabo Rojo, de un supremacista estadounidense que abogó en contra de los derechos de los negros, por el de una mujer esclavizada caborrojeña, artesana de la costura.

“Cuando lo leí me alegré porque me parece que sigue la línea de muchas protestas que ha habido en muchas partes del mundo y que mucha gente en Puerto Rico que estamos trabajando los temas antirracistas estamos diciendo que es reescribir, reenfocar la historia del País a base de reivindicar a las personas que fueron discriminadas en muchos sentidos, en este caso, a las personas que sufrieron todos los embates de la esclavitud en Puerto Rico”, dijo la senadora.

“Otra cosa que me gustó es que el proyecto menciona la Ley 24 de 2021 de la cual yo soy autora. Así que estoy muy contenta de que veo el producto porque esa ley es un instrumento para eso, para reevaluar todo y un mandato a todas las agencias y a todo el mundo de que empiecen a mirar cómo vamos a trabajar los temas para dar mensajes antiraccistas”, sostuvo en referencia a la Ley para la Erradicación del Racismo y Afirmación de la Afrodescendencia, que entró en vigor el pasado año pasado.

La Resolución Conjunta de la Cámara 293 de la autoría de los representantes Denis Márquez Lebrón (PIP) y Kebin Maldonado Martiz (PPD) propone que la estructura llamada JLM Curry, que es propiedad del Municipio de Cabo Rojo, sea rebautizada como María Cívico, quien en las primeras décadas del siglo pasado se unió a las luchas de emancipación de la mujer obrera puertorriqueña.

María Cívico era una mujer esclavizada y alcanzó su libertad a la edad de 16 años. Según cuenta la medida legislativa, nació en 1860 en la calle Mirasol, ahora calle Doctor Ramón Emeterio Betances, en Cabo Rojo. Su abuela Candelaria y su madre Patricia García fueron esclavas propiedad de Gerónimo García Trinqueiro y Benedicta Mariani Ramírez de Arellano. Al abolirse la esclavitud en 1873, la adolescente -también conocida como Ana María García Cívico- contaba con 13 años, mas no sería sino hasta los 16 que gozaría de su libertad, pues los esclavos tenían que servir tres años más con sus amos.

“Es una medida de justicia que en el mundo se le llama reparaciones. Las reparaciones no necesariamente tienen que ser en términos económicos, sino del mensaje que se le manda a la sociedad de reparar todo el daño del racismo, ese es uno de los conceptos”, indicó Rivera Lassén, quien dijo que espera que la pieza legislativa sea aprobada en Cámara y Senado y firmada por el gobernador Pedro Pierluisi.

La senadora dijo que se enteró por la medida legislativa que el edificio en cuestión, en Cabo Rojo, lleva a el nombre de un esclavista estadounidense.

La pieza legislativa sostiene que el edificio JLM Curry lleva el nombre del esclavista y supremacista blanco estadounidense Jabez Lamar Monroe Curry.

El edificio fue construido en 1903 como escuela pública y actualmente alberga oficinas del Municipio de Cabo Rojo. “Su localización céntrica y visible, y en la misma calle en que nacieron María Cívico y Ramón Emeterio Betances, es contraria a los valores de los vecinos de Cabo Rojo, quienes se enorgullecen de la historia negra y abolicionista de su pueblo, vinculada a la figura central de Betances. El edificio se encuentra en la lista de lugares públicos confederados de la organización de derechos civiles y humanos Southern Poverty Law Center. Es el único monumento confederado en Puerto Rico”, explica en su exposición de motivos.

Detalla la medida que a través de su vida JLM Curry manifestó “desdén” por las personas negras y otras minorías en sus escritos y discursos sosteniendo la necesidad de establecer un sistema supremacista blanco con control sobre la raza negra, la cual consideraba un problema para la sociedad.

“María Cívico convirtió su casa en epicentro de ideas que promovían la pedagogía, la literatura y el sindicalismo, resultando en la formación de profesionales, dirigentes obreros, políticos y empresarios. Fue modista, y era muy conocida por su maestría en el arte del corte y la confección de ropas. Tenía su propio taller en la calle Salud de la ciudad de Mayagüez. Su esposo, Luis Soler, también tenía un taller de ebanistería. En 1910 María, visita París, meca de la costura, acompañando al comerciante en telas de Mayagüez, Miguel Esteve y su familia”, dice la Resolución Conjunta de la Cámara 293.

La pieza legislativa fue radicada el pasado primero de marzo de 2022 y fue referida a la Comisión para el Desarrollo y la Fiscalización de Fondos Públicos de la Región Oeste.