Roberto Sánchez Ramos califica de montaje el interrogatorio
Durante el fuerte interrogatorio, bajo juramento, Sánchez Ramos les pidió varias veces a los legisladores que le permitieran completar sus respuestas.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 13 años.
PUBLICIDAD
El ex secretario de Justicia Roberto Sánchez Ramos estuvo ayer más de dos horas bajo fuego de la mayoría novoprogresista en una vista pública de la Comisión de Asuntos de Familia de la Cámara de Representantes, que investiga el Programa de Comunidades Especiales durante las administraciones de los gobernadores Sila María Calderón y Aníbal Acevedo Vilá.
Durante el fuerte interrogatorio, bajo juramento, Sánchez Ramos les pidió varias veces a los legisladores que le permitieran completar sus respuestas y amenazó con abandonar el salón de audiencias 1, donde se llevó a cabo la vista, a la que no asistió ni un solo representante popular.
Tanto la presidenta de la Comisión, Elizabeth Casado, como los representantes Gabriel Rodríguez Aguiló y Junior Pérez increparon al ex funcionario cuando se quejaba de que le querían “caracterizar” sus respuestas.
Sánchez Ramos dijo que no recordaba una carta que le suscribió el 12 de febrero de 2008 la entonces coordinadora general de Comunidades Especiales, Julia Torres, refiriéndole para investigación el caso de la empleada Luz Laboy Santos. A ésta el Departamento le radicó ahora cargos por violar la Ley de Ética Gubernamental en relación con un vehículo.
“Yo no sé si esa carta me la entregaron a mí o fue referida por personal de las divisiones del Departamento. La contestación la tiene el Departamento de Justicia, que tiene el récord de esa carta”, insistió.
“No recuerdo que Julia Torres me haya llamado o me haya enviado un e-mail sobre eso”, agregó.
La representante Casado dijo que habían sido “bastante lenientes con él” y que el ex funcionario “no había sido claro con las respuestas”. La legisladora indicó que él “despachó el asunto porque entendía que no era meritorio”.
“Me sorprendió un poco que estuviesen haciendo preguntas sobre información que sería fácilmente asequible a través de los requerimientos correspondientes”, dijo Sánchez Ramos a la prensa.
“No puedo hablar por ellos, pero mi percepción fue que esto más bien de lo que se trata es de un montaje para efectos públicos con propósitos que no tienen nada que ver con la búsqueda de la verdad o realmente adelantar el interés publico de una forma seria”, sostuvo.