Rullán diagnostica la crisis del sistema de salud y sus consecuencias
En su libro La Receta del Dr. Rullán, el epidemiólogo insiste en que la prevención es el arma contra enfermedades

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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Fueron varias las medidas de emergencia prescritas por el doctor Johnny Rullán para evitar la epidemia del zika, pero el País las ignoró.
Al día de hoy, según el epidemiólogo, se estima que un 5% de los bebés nacidos de las casi 5,700 embarazadas infectadas, o sea, 286, tendrían microcefalia y otros defectos congénitos.
Esto redundaría en gastos ascendentes a $2,860 millones, en 40 años.
El Departamento de Salud (DS) estimó el costo de tratamiento por cada bebé con microcefalia, a lo largo de su vida, en unos $10 millones.
Ante ese panorama, Rullán reiteró que una onza de prevención vale más que una libra de cura y una tonelada de rehabilitación. Así lo establece en su nuevo libro, La Receta del Dr. Rullán, que trabajó junto al licenciado Alberto Medina Carrero.
En este, el dúo presenta la realidad del sistema de prestación de servicios del País, que está desintegrado, ahogado por la falta de chavos y conectado “a un respirador artificial”.
En cuanto al zika, a inicios de año, Rullán sugirió cuarentena a los que estaban ingresando de países como Panamá y Brasil, y tener un conteo exacto de cada comunidad que tuviera un caso para evitar la transmisión secundaria, con ayuda de la Guardia Nacional, entre otras.
“Las medidas tenían que ser drásticas, al momento”, sostuvo Medina Carrero.
Como en su libro anterior, Una vida en Salud, los autores reiteraron la importancia de la prevención, más aún cuando cada año en la Isla se reportan 50,000 nuevos casos de diabetes. Actualmente, hay unos 500,000.
Además, un 85 % de la población no tiene estilos de vida saludable, un 20 % de los embarazos son en adolescentes y un 13.3% de la población adulta tiene problemas de alcohol.
Pero, no son pocas las campañas de educación que se hacen y parece que caen en oídos sordos.
“La educación en salud es fundamental en las escuelas”, indicó Medina Carrero.
Rullán sugirió, al momento de establecer el sistema de salud ideal, tener estrategias adecuadas y señalar prioridades.
Por eso, los autores proponen un sistema integrado “entre proveedores, hospital, médicos, laboratorios, y coordinado por las aseguradoras-gobierno para el servicio al paciente en un patient-centered medical home”.
A esto le agregan un sistema estable y despolitizado, y un secretario de Salud nombrado a diez años. Entonces sería un sistema de salud “que tenga como centro de su universo al paciente y su bienestar general”.
Medina Carrerro aseguró que “nosotros podemos hacer las cosas por nosotros mismos, sin estar pendiente a si los americanos nos dan dinero o no”.