Proyectando que la vacuna de Johnson & Johnson tampoco podrá ser utilizada la próxima semana, el secretario de Salud, Carlos Mellado, anticipó ayer un desfase en la vacunación contra el COVID-19 de unas 10,000 personas como efecto inmediato de la paralización que emitió la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, en inglés) en su uso tras reportes de seis casos de coágulos sanguíneos como efecto secundario.

“En este momento, yo vi el ‘allocation’ de la semana que viene, estamos a bajo como por 10,000 vacunas”, señaló en conferencia de prensa realizada en el residencial público Luis Llorens Torres, en Santurce.

Según expuso, esta semana se supone que llegarían a la Isla unas 6,000 vacunas de Johnson & Johnson y para la próxima semana hubiesen podido reclamar otras 47,000.

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No obstante, la Isla comenzó a recibir 11,000 dosis adicionales de la vacuna de Pfizer y se espera un anuncio próximo de un aumento en las dosis que se enviarán de Moderna. En esta suma y resta, Mellado anticipó el desfase de las 10,000 vacunas.

Mellado estipuló que esta baja “nos crea una situación complicada”, pues consideraba como una ganancia poder utilizar las 32,000 dosis que hay detenidas en la Isla, así como las restantes 53,000 que se esperaban en los próximos días.

“Nosotros queremos avanzar en la vacunación. Cualquier dosis que nos falte son vacunas que no se pueden inocular”, opinó.

De paso, Mellado indicó que como médico recomienda el uso de la vacuna de Johnson & Johnson. Comentó que el reporte de seis casos de coágulos en 6.8 millones de personas inoculadas es bajo. Además, estipuló que es más probable que a una mujer le dé esta condición si usa anticonceptivo, así como a un fumador.

“Yo como médico estoy diciendo que la vacuna es segura”, puntualizó.

Pidió a toda persona que se vacunó con esta dosis o utiliza cualquier medicamento que sienta mareo, visión doble o cualquier otro tipo de sensación que consulte a su médico de cabecera.

Por otro lado, Mellado defendió el sistema de rastreo que tiene la agencia ante reportes de que se demoran en notificar brotes que ocurren en restaurantes y comercios reconocidos. Alegó que el sistema corre como “un reloj suizo” y que no pueden divulgar ningún brote hasta que esté confirmado por alguno de los 78 sistemas municipales que tienen.

De paso, estipuló que el rastreo de casos positivos de COVID-19 en la Isla está en un 97%.