Antes de las 6:00 de la mañana, unas 25 personas esperaban a la entrada del Casino Metro del hotel Sheraton, en San Juan, la reapertura de este centro de juegos de azar, el cual -al igual que los otros 15 casinos que hay alrededor de la isla-, se vio forzado a cerrar durante los pasados tres meses y medio tras la cuarentena impuesta por el gobierno como medida cautelar por la pandemia del COVID-19.

A medida que fue transcurriendo el día, el pasado 1 de julio, la cantidad de clientes asiduos al Casino Metro fueron aumentando al extremo de que en varias instancias las instalaciones alcanzaron su capacidad máxima de 320 jugadores, según los límites establecidos por la última orden ejecutiva de la gobernadora Wanda Vázquez Garced.

Aunque la nueva orden ejecutiva dispone que los casinos pueden recibir hasta un 75% de su capacidad máxima de clientes, el gerente de Casino Metro, Ismael Vega, indicó que estos negocios reabrieron menos de un 50% del espacio de sus facilidades como prevención para evitar contagios y cumplir con el distanciamiento de seis pies entre personas. En ese sentido se dispuso que tendrán encendidas una máquina tragamonedas sí y una no, al tiempo que se redujo a la mitad la cantidad de personas en las mesas de juego.

“Debo decir que en cuanto a expectativas de protocolos y comportamiento de los clientes y empleados todo corrió como un reloj suizo… en cuanto a los números, superaron las expectativas para lo que es un miércoles. Podría decir que mucho mejor de lo que es un miércoles normal”, acotó sin precisar detalles adicionales en cuanto a ganancias.

Aunque el arranque de operaciones comenzó con pasos afirmativos, Vega considera que el gobierno debe ampliar el horario de operaciones, el cual actualmente es de 6:00 de la mañana a 9:00 de la noche, pues se debe cumplir con el toque de queda. De ordinario, este y otros casinos operan 24 horas.

“Gracias a Dios los clientes nos están patrocinando, pero hay que evaluar si podemos operar más horas y con más productos porque el hotel no está restringido al toque de queda, pero el casino sí… entonces puedo decir que sí han sido días buenos con esta reapertura, pero una golondrina no hace verano y en un día no vamos a recuperar lo perdido y gastado en estos meses… estamos contentos, pero la operación es difícil porque estamos operando con un 50% y reflejando un 130% en gastos”, detalló al mencionar que en remodelaciones y compras de equipos para estar preparados para la reapertura en Casino Metro se invirtieron $150,000.

Los 16 casinos que hay en Puerto Rico emplean a unas 3,000 personas, de las cuales más del 90% estuvieron sin trabajar desde el pasado 16 de marzo, cuando se oficializó el cierre comercial, social y de gobierno en la isla para evitar la aceleración de casos de coronavirus. Se estima que entre el 60% y 70% de la plantilla total podría retomar sus labores a partir de esta semana.

En entrevista con Primera Hora, el director ejecutivo de la Comisión de Juegos de Puerto Rico, José Maymó, indicó que las pérdidas por el cierre de los 16 casinos ascendió a un ingreso bruto de $85 millones. De estos, los casinos perdieron $39 millones y el gobierno unos $40 millones. El gobierno utiliza parte del dinero recaudado para la Universidad de Puerto Rico, la Compañía de Turismo y el Fondo General.

“De los 16 casinos reabrieron satisfactoriamente 12… otros lo harán mañana, como es el caso del que está ubicado en el hotel Marriott de Aguadilla y el Westin Rio Mar, en Río Grande. El Embassy Suites, de Isla Verde, abrirá el 7 de julio”, explicó al recordar que el casino ubicado en el hotel Costa Bahía en Guayanilla cerró desde el pasado mes de enero a causa de los terremotos. La expectativa es que este centro de juegos de azar reabra próximamente.

“Estuve recopilando información y el volumen de jugadas en las máquinas (tragamonedas) ese primer día superó las de un miércoles normal… y hoy ha sido bastante similar. De hecho, en algunos casos como en el Hyatt de Bayamón hubo personas esperando a las afueras para poder entrar, porque se llenó con la capacidad máxima”, reiteró.

Sobre la posibilidad de que se pueda extender el horario de casinos, Maymó dijo que es una decisión que recae exclusivamente en la gobernadora.

“No es una determinación nuestra, ni un asunto que nos sintamos en la libertad de dar un pronóstico”, expresó al destacar que mientras Puerto Rico “siga bien” (con cifras bajas de contagios de coronavirus) habrá más oportunidades de ingreso.

Mientras, la presidenta de la Asociación de Hoteles y Turismo de Puerto Rico, Clarissa Jiménez, coincidió en que la reapertura de casinos fue “favorable”.

“Tomando toda la realidad actual debo decir que los comentarios de nuestros socios son muy buenos. Han estado contentos con la manera en que se pudo manejar el reinicio y los clientes están bien contentos y cooperando con los protocolos”, manifestó al explicar que de los 16 casinos, unos siete están en hoteles socios de la Asociación.

Entre las medidas de salud y seguridad adoptadas por los centros de juegos de azar se destaca el uso compulsorio de mascarillas para clientes y empleados, la toma de temperatura en la entrada, colocación de desinfectantes de mano en diversas áreas del lugar y sanitización de las máquinas y mesas una vez un jugador se va.

La directora de la Compañía de Turismo, Carla Campos, por su parte, también resaltó la buena acogida de la reapertura de los casinos, lo que “representa un hito importante en la recuperación del sector turístico”.

“El segmento emplea a 3,000 personas de manera directa en 15 hoteles y la mayoría pudieron retomar sus labores en esta fase. En lo adelante, los recaudos serán vital para poder nutrir el Fondo de Desarrollo Turístico y las operaciones de la Compañía de Turismo, los cuales se vieron seriamente afectados durante estos meses de cierre. Confiamos en que la implementación de estrictos protocolos que se diseñaron para esta reapertura salvaguardarán la salud de quienes se den cita”, indicó Campos.