Llegó la hora cero.

Los cerca de 1.5 millones de participantes del Programa de Asistencia Nutricional (PAN) tuvieron una reducción en sus beneficios, debido a que finiquitaron los $900 millones de fondos federales de la Ley de Rescate Americano (ARPA, en inglés) provistos para aliviar los golpes económicos que provocó la pandemia del COVID-19.

Como ya se había anticipado, estos fondos adicionales acabaron en junio, por lo que la cantidad monetaria que recibirán los beneficiarios de ahora en adelante volverá a la suma previa a la emergencia sanitaria.

De manera regular, el programa recibe $2,500 millones anuales para repartirse entre las 800,000 familias, que equivale a cerca de 1.5 millones de personas.

“A consecuencia de las diferentes emergencias que hemos enfrentado, tanto como los huracanes Irma y María, los terremotos y esta última pandemia del COVID-19, Puerto Rico ha recibido múltiples asignaciones por parte del Congreso de los Estados Unidos para atender los participantes del PAN durante estos periodos de emergencia. La última asignación que Puerto Rico recibió fue el año pasado de $900 millones adicionales. Esas asignaciones lo que hacen es que nos permiten ampliar las tablas de beneficio. O sea, que nuestros participantes siguen (con) un aumento de beneficios mensuales durante la vigencia de esos fondos. Así que, esa última asignación culminó en junio. ¿Qué quiere decir eso? Que nuestros participantes, ahora en el mes de julio, comenzarán a recibir el beneficio básico del PAN. Están recibiendo lo que estarían recibiendo al ser Block Grant Regular”, explicó el administrador de laAdministración de Desarrollo Socioeconómico de la Familia (ADSEF), Alberto Fradera Vázquez.

Por lo tanto, una persona que viva sola y es beneficiaria del PAN recibirá alrededor de $140 a $150 mensualmente, a diferencia de los $180 a $190 que se le otorgaba durante la emergencia. Mientras, un núcleo familiar de cuatro personas podría haber estado recibiendo unos $620 mensuales y, ahora, recibirá un aproximado de $320 o $340, analizó Fradera Vázquez.

La culminación de los fondos se da en momentos de una alta inflación y en el que el Negociado de Energía de Puerto Rico (NEPR) aprobó el séptimo aumento consecutivo de la tarifa eléctrica, que llevó al precio de la luz a 33.4 centavos por kilovatio hora durante este trimestre de julio a septiembre.

Para subsanar este golpe económico, Fradera Vázquez apostó a la “política pública del gobernador” Pedro Pierluisi de buscar “paridad (e) igualdad, en lo que son los fondos federales para asistir a nuestros ciudadanos”, resaltando la Orden Ejecutiva 2022-029 firmada por el Primer Ejecutivo el 23 de mayo que creó el Grupo de Trabajo Multisectorial “con el objetivo de establecer estrategias de política pública ante el Congreso, como ante la rama ejecutiva federal, dirigidas a lograr la transición de Puerto Rico del programa de PAN a SNAP y la paridad de fondos en este asunto”.

“Además, el Grupo de Trabajo presentará alternativas para cumplir con los requisitos establecidos por las regulaciones federales que sean necesarios para alcanzar la igualdad en las asignaciones presupuestarias y en los beneficios”, reza la orden.

Asimismo, mencionó que el gobernador solicitó recibir una asignación de $1,000 millones adicionales para brindar mayores beneficios.

Por otro lado, Fradera Vázquez estimó que, próximamente, muchas de las personas que recibieron los beneficios del PAN por la emergencia del COVID-19 ya no seguirán gozando de ellos dado a que han reportado ingresos que exceden las tablas para poder cualificar.

Mientras se indicó que del total de participantes, sobre 250,000 reportan ingresos por empleo.

Entretanto, unos 300,000 a 340,000 son menores de edad y una cantidad similar son adultos mayores.