El ambientalista Juan Rosario Maldonado declaró recientemente que radicará una querella en la Junta de Calidad Ambiental contra la saliente administración de Toa Baja, por violaciones ambientales.

Según Rosario, ahora miembro del comité de transición  del alcalde electo, Bernardo “Betito” Márquez, el municipio contaminó, bajo conocimiento, un acuífero al permitir que los fluidos de varios autos en desuso penetraran los terrenos hasta llegar a aguas subterráneas.

“Se trata un acuífero llano. Esto es tan sensitivo que cualquier cosa que caiga arriba, inmediatamente gana acceso al acuífero. Lo que el municipio declaró es que el lugar estaba lleno de materiales vegetativos. Pero la evidencia que tenemos comprueba que hay otro montón de desperdicios mezclados allí”, indicó Rosario.

El ambientalista advirtió al alcalde entrante, que no podrá librarse automáticamente de las multas que podrían derivarse de las violaciones ambientales en un vertedero clandestino que se halló en instalaciones municipales del Departamento de Obras Públicas.

Por su parte, el alcalde entrante reconoció que tendrá que trabajar en enero con esa “irresponsabilidad”, en referencia a la alegada contaminación. Sin embargo acotó que “es necesario que se haga algo con esto ahora, porque hasta diciembre 31, la administración saliente está a cargo de la ciudad”.

Se dilucidó públicamente que la Junta de Calidad Ambiental comenzó una investigación por la contaminación de los terrenos  y que podría traducirse en sanciones económicas para el municipio.

Durante las vistas públicas de transición que se efectuaron la semana pasada, los miembros del comité del  nuevo alcalde interrogaron al actual director del Departamento de Obras Públicas en Toa Baja, Carlos López.

De las declaraciones de López, surgió que el director posee una escolaridad máxima del cuarto año de escuela superior y que desconocía cuáles eran los criterios de elegibilidad para ocupar el cargo que desempeña en el municipio. López también mostró dificultad para describir las funciones del departamento que dirige y se limitó a repetir que estaba a cargo de recoger la basura.

“Su jefe directo es el alcalde. Y esto lo digo porque yo lo que he visto aquí es un municipio enfermo, producto de una dirección enferma que yo no sé lo que pasó en el camino. Aquí nadie sabe lo que está haciendo. No hay planes y no hay seguimiento de nada”, sostuvo Rosario Maldonado.