El uso del desparasitante ivermectina -comúnmente utilizado para tratar piojos en humanos o en su versión para animales para atender parásitos en caballos, vacas, ovejas, entre otros- para tratar el COVID-19 es real en la Isla.

El infectólogo Miguel Colón Pérez admitió anoche en un programa de televisión (Jugando Pelota Dura) que usó el medicamento para tratar varios casos de COVID-19 y que todos sus pacientes murieron.

Además, la presidenta de la Asociación de Dueños de Centros de Cuidado de Larga Duración, Juanita Aponte, informó en una entrevista radial (NotiUno 630) que el medicamento se usó en varios envejecientes internados en cuidos de Manatí. Sin embargo, estos pacientes no murieron, dijo.

Relacionadas

Hoy, viernes, la Junta de Licenciamiento y Disciplina Médica de Puerto Rico se reunirá con carácter de emergencia de manera virtual para determinar lo que ocurrirá con los médicos que han administrado el desparasitante ivermectina para tratar el COVID-19, según informó el Departamento de Salud.

En el caso del médico Colón Pérez, es fue muy sincero al establecer el uso del medicamento en sus pacientes.

“Cuando esto primero salió, como yo, yo he tratado de todo. Cuando esto primero salió, yo le di ivermectina a mis pacientes y todos murieron. Todos murieron. No salió uno (vivo). Así que esto es bien real. Esta droga no sirve para nada. Si usted quiere prolongar su enfermedad tratando algo que no va a funcionar y va a acabar en el hospital críticamente enfermo, use ivermectina. Si usted quiere mejorar, lo que hay que hacer son los anticuerpos monoclonares. Esta es la solución para no llegar al hospital. Esta droga es excelente. Se tiene que usar, tiene sus indicaciones. Pero mi experiencia es que ninguno de los pacientes que le hemos dado anticuerpo monoclonar ha requerido admisión”, declaró el galeno en el programa que transmite TeleOnce.

Ayer, el secretario de Salud, Carlos Mellado, informó en declaraciones escritas que médicos como Colón Pérez se exponen a un decreto de censura, revisión periódica en su profesión, restringir o limitar su práctica, así como denegar, suspender, cancelar o revocar la licencia y hasta, emitir una orden fijando a un médico un periodo de prueba por un tiempo determinado. Todo según estipula la Ley 139-2008.

“Este medicamento no cuenta con la aprobación del FDA (Administración de Drogas y Alimentos) para tratar a pacientes con COVID-19 y han alertado que no se debe utilizar. Tampoco existe una dosis recomendada para tratar el virus. Es insostenible e inaceptable que algunos médicos estén procediendo de esta manera. Nuestro deber es salvaguardar ante todo la salud de la gente y no administrar medicamentos que no fueron creados para atender las condiciones de los pacientes. Vamos a investigar esto y cualquier otro mal manejo que pueda ocurrir, sin excepciones. Estamos en una crisis de salud y nadie puede empeorarla aún más”, afirmó Mellado.