Se incendian contadores de energía en residencias de Peñuelas
Vecinos del barrio Jaguas en Peñuelas narran el momento en que una explosión provocó que sus contadores de consumo de energía se incendiaran, por lo que siguen a oscuras

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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El problema de energía parece no acabar para cientos de residentes de las zonas rurales de Peñuelas que todavía se encuentran sin el servicio desde el paso del huracán Fiona, y la situación se agrava por una secuela de eventos que incluye fuego en sus contadores de consumo eléctrico y receptáculos.
Para los ciudadanos, la carga se torna más que pesada a nivel emocional preocupando el alto número de individuos que han expresado sentirse aislados y poco correspondidos por las autoridades.
“Ya uno se siente mal. Veo tanta gente deprimida por lo que estamos viviendo. Aquí se siente que nuestra voz no llega a donde tiene que ser escuchada”, declaró Norma Echevarría Pierantoni, vecina del barrio Jaguas del municipio sureño.
“A nosotros nos dejan siempre en el 2% ese que dice LUMA que no tiene luz. En (el huracán) María estuvimos seis meses y una semana sin energía eléctrica y aquí hay muchas familias que, a más de un mes de Fiona, todavía no tienen luz”, añade, por su parte, Sonia Sepúlveda, quien reside cerca de Echevarría Pierantoni.

Para ambas, el problema con el sistema de distribución de energía tuvo un episodio muy dramático el jueves pasado cuando se escucharon varias explosiones fuertes y hubo fuego en sus contadores de consumo eléctrico.
Según explican, la situación comenzó cerca de las 11:00 de la mañana cuando -bajo una intensa lluvia- ocurrió una fuerte explosión y zumbidos en las líneas de distribución, las que creyeron se debió al impacto de un rayo. Pero al verificar sus propiedades, observaron chispas y humo que salían por los receptáculos y equipos domésticos.
“Hubo un ruido tremendo y comenzaron las fluctuaciones de luz, luego de las cuales hubo otras tres explosiones. No me atreví a salir... Tenía miedo”, explica Echevarría Pierantoni.
“Cuando escampó, y al revisar los alrededores de la casa, es que me percato que mi contador estaba ahumado. Quemado en su totalidad”, informa.
Por su parte, Sepúlveda aseguró vivir una experiencia similar en su residencia cuando se encontraba preparando una maicena y sucedió la explosión inicial. “Estaba frente a la estufa. Tenía el televisor y el acondicionador de aire prendido. Entonces, luego de ese ruido enorme, que para mí había sido que un rayo dio en el techo, observé cómo salía humo de los aparatos electrodomésticos. Quedé en ‘shock’; aterrada”, recordó.
Según narran las perjudicadas, el incendio en sus respectivos contadores se produjo en más de una docena de residencias y en un comercio del sector.
“Dicen que son cerca de 12 contadores quemados, pero pueden haber muchos casos más”, sostuvo Sepúlveda al destacar que en su caso particular, la tapa de su contador voló a siete pies de su ubicación correspondiente.
“Reportamos la situación a LUMA y ellos vinieron el viernes pasado y reemplazaron algunos de los contadores del barrio, incluso el mío. El sábado volvieron y me lo reemplazaron mientras yo estaba en Ponce y que porque nuevamente se había quemado. No tenemos luz todavía, pero ahora ni me atrevo a subir los ‘brakers’ cuando vuelva (el servicio eléctrico)”, expresa Sepúlveda con ansiedad.
Asunto insoportable
Para el alcalde de Peñuelas, Gregory Gonsález, esta situación de falta de servicio eléctrico es experimentada por decenas de familias que residen en las zonas montañosas del pueblo, asunto que ha llegado a niveles sin precedentes al afectar negativamente la salud mental de sus compueblanos.
“Tenemos por ejemplo los barrios Tallaboa Encarnación, Barrial, Corea, Rucio, Macaná y otros sectores que desde Fiona no tienen luz. El viernes pasado hablé con la gente de LUMA y me aseguraron que en esta semana resolvían. De no ocurrir, ya estoy en conversaciones con otros alcaldes para activar las brigadas municipales. LUMA está funcionando a fuerza de cantazos y eso no debe ser así”, declaró Gonsález.
“En esos lugares viven muchas personas de edad avanzada y con problemas de salud. Me preocupa que estén manifestando mucha ansiedad, depresión, frustración y hasta deseos de quitarse la vida. Las personas ya no creen en LUMA. Esto es una falta de respeto. LUMA hace un flaco servicio al pueblo”, denuncia el Primer Ejecutivo municipal, al tiempo que no descarta en el futuro llevar un pleito de clase contra LUMA, para “exigir un servicio de calidad como todo puertorriqueño se merece”.

“Aquí no hay empatía. No quisiera ni pensar lo que sufren todas esas familias que viven adentro en el monte, lo más aislados; lo más remotos. En verdad que estamos viviendo sin corazón a lo que sufre el otro. En pocas palabras, si no lo sufres en carne propia, no lo sientes”, denunció, por su parte Echevarría Pierantoni.
Primera Hora solicitó una reacción específica a LUMA Energy en torno a las situaciones expuestas por los residentes y el alcalde, pero al cierre de esta edición no se había recibido.