Legislación que persigue regular la labor de cabildeo ante la Asamblea Legislativa y las agencias de la Rama Ejecutiva será radicada hoy, miércoles, por el senador Ángel Rosa, quien afirma que esa gestión anda “por la libre” en el país y es semillero de corrupción gubernamental.

El proyecto propone que esta medida se conozca como la “Ley de Gobierno Honesto” y establece los requisitos que deben cumplir las personas que se dediquen a esta labor, así como las limitaciones que para ejercerla deberán observar y cumplir aquellos que tengan contratos con el gobierno y los que fueron legisladores o funcionarios electos. 

“Luego de casi dos años en la Legislatura me he convencido de que es tiempo que se legisle para atender este asunto, que reviste un alto interés público. El cabildeo como actividad profesional no es malo. Pero el tráfico indebido de influencias por contratistas y exfuncionarios públicos es un problema para el gobierno honesto”, afirmó Rosa en conferencia de prensa que ofreció hoy para presentar su propuesta. 

“Tanto la Cámara de Representantes y el Senado tienen registros de cabilderos como parte de su reglamentación ética. Sin embargo, el requisito de inscribirse en dichos registros no tiene peso de ley. No se conoce de ningún cabildero que haya sido penalizado por no estar inscrito”, agregó el legislador.

Rosa sostuvo que existe lo que describió como “un área gris” ya que personas no inscritas combinan su función de contratistas del gobierno con la de cabilderos, lo que dijo “es nocivo para la gestión gubernamental”.

Entre las disposiciones que establece el proyecto se incluye “un periodo de enfriamiento” de un año en el que ex funcionarios del gobierno, incluyendo aquellos electos, no podrán trabajar como cabilderos.

También se prohíbe que un cabildero ejerza esa función ante una agencia gubernamental o cuerpo legislativo con la cual tenga contratos, so pena de perder los mismos. Se establece además que será delito hacer regalos impropios a los legisladores. 

El proyecto, de aprobarse, obligaría a los cabilderos a informar quiénes son sus clientes y empleados y establece penalidades civiles y criminales de hasta cinco años de cárcel o $100 mil de multa a quienes violen sus disposiciones.

Según el senador esta legislación utilizó como modelo el Lobbying Disclosure Act de 1995, mediante el cual se reglamentó el cabildeo en el Congreso y el gobierno federal.  

Aseguró que hay 31 estados que prohíben que los legisladores cabildeen inmediatamente después de salir de sus puestos; que todos los estados de la unión tienen un registro de cabilderos establecido por ley; y que todos prohíben además los regalos impropios a legisladores y algunos prohíben todo tipo de regalo. 

“Puerto Rico no puede seguir rezagado en este aspecto, porque esto abre una puerta a la corrupción. El costo de la corrupción lo pagamos todos tanto monetaria como moralmente.”, sostuvo Rosa.

El legislador reconoció que el cabildeo es parte del proceso político, pero advirtió que “deja de ser legítimo cuando sirve de subterfugio para la corrupción”.

Se quejó de que “en Puerto Rico, los traficantes de influencias andan por la libre” y aseguró que eso hay que acabarlo. 

Afirmó además que recientemente los nombres de influyentes cabilderos han sido noticia por su prominencia en el proceso legislativo y que en otros casos hay funcionarios públicos que ejercen el cabildeo.

“El que trabaje honestamente y transparentemente no tiene nada que temer.  Al contrario, esta ley fortalecerá la maltrecha imagen del cabildero”, afirmó al invitar a los que se dedican profesionalmente a esa labor a colaborar con la Comisión de Gobierno en la evaluación de este proyecto.