Desde marzo, cuando comenzó la crisis de la pandemia de COVID-19 en la isla, el Departamento de Salud ha detectado a través de pruebas serológicas y moleculares realizadas a pasajeros que arriban a la isla a través del aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín unos 2,004 casos probables y 302 confirmados del virus.

Del total de resultados, 198 de los casos probables y 77 de los confirmados corresponden a análisis realizados a partir del 15 de julio, fecha en que entró en vigor la nueva fase de monitoreo a pasajeros domésticos que arriban a la isla a través del aeropuerto internacional y a los que, por orden ejecutiva del gobierno, se les debe solicitar completar una declaración de viajeros y una entrega de resultados de pruebas negativas a COVID-19. Anteriormente, entre el 12 de abril y el 14 de julio se llevaba a cabo con los visitantes un sistema de cernimiento y realización de pruebas que lideraba la Guardia Nacional de Puerto Rico.

En términos generales, se han realizado 46,061 pruebas serológicas y 3,152 moleculares, especificó Miriam Ramos, la epidemióloga que dirige el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de COVID10 en el aeropuerto, durante una vista ocular que se llevó a cabo en el lugar por parte de la Comisión Cameral de Turismo y Bienestar Social que preside el representante Néstor Alonso Vega. El propósito de la vista era revisar los protocolos implementados en los terminales de llegada de las líneas aéreas ante el aumento de pasajeros que llegan a la isla y a la acelerada alza de contagios de coronavirus que se registran desde el pasado mes de julio. En cambio, la dinámica se limitó al terminal de llegada de JetBlue donde el flujo de pasajeros es menor y más controlado, por lo que este medio no pudo corroborar que el protocolo se llevara de manera adecuada en otras áreas de arribo del resto de líneas aéreas.

En cambio, la epidemióloga del Departamento de Salud aseguró que “ningún sistema es perfecto”, pero que se han hecho esfuerzos por mejorar el proceso “sustancialmente”.

Admitió que el 78% de los pasajeros que llegan a Puerto Rico no entregan resultados negativos de pruebas de COVID-10, aunque resaltó que el 95% de los viajeros están siendo monitoreados por el Sistema de SARA Alert, ya sea por mensajes de textos, llamadas telefónicas o correos electrónicos.

Esta función es realizada por 50 rastreadores que laboran en el esfuerzo en el que participan otros profesionales que incluye tecnólogos médicos, enfermeras y unos 200 guardias nacionales.

La cifra de rastreadores, explicó Ramos, era de 25 al inicio del proyecto, en julio. Las expectativas son aumentar la plantilla antes que comience la época festiva de Thanksgiving y Navidad, donde se prevé mayor aumento en el flujo de pasajeros. Actualmente, a la isla llegan entre 3,000 a 5,000 personas diariamente, un número que puede elevarse a 7,000 durante algunos fines de semana, se resaltó.

Mientras, la epidemióloga sostuvo que a través del sistema de monitoreo de SARA Alert, se hacen en promedio 2,160 llamadas diarias. En total, la iniciativa ha logrado 164,171 llamadas en las que se han contactado a 129,174 individuos.

En cuanto a los casos positivos identificados a través del sistema de vigilancia de viajeros, dijo que los mismos se notifican a los programas de investigación de casos que hay instalados en los municipios. Además, si se identifica que el pasajero contagiado tiene un viaje planificado se transfiere el caso a la Oficina de Cuarentena de los Centros Para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) que hay en el aeropuerto “para que esas personas no aborden, ni tomen sus vuelos”.

¿Ha ejecutado el gobierno con rigurosidad las multas y penalidades que se le deben imponer a los viajeros que burla el sistema de vigilancia?

Según Ramos, desde julio se han realizado 30 referidos a la Oficina de Investigaciones del Departamento de Salud, la cual dirige Jesús Hernández. En cambio, no precisó información adicional. Culminado el recorrido Primera Hora solicitó la información al oficial de prensa del Departamento de Salud, Évido de La Cruz, pero no se ha recibido respuesta.

Por su parte, Francis Olivencia Rodríguez, coordinadora del programa de vigilancia de COVID-19 en el aeropuerto, aseguró que el 100% de las personas que llegan a la isla completan la declaración de viajeros.

Precisó que los que no traen la prueba negativa que se requiere por orden ejecutiva, tienen que comprometerse con hacerse la prueba en la isla y mantener cuarentena de 14 días. “Se le advierte que de no cumplir estaría en violación de orden ejecutiva con lo que eso implica que es una multa de $500 y hasta seis meses de cárcel por un delito menos grave”, dijo.

“Es importante destacar que muchos patronos están pidiendo certificaciones a sus empleados de que cumplieron con la cuarentena, y nosotros tenemos que emitir comunicación certificando que esa persona cumplió con el monitoreo, o cumplió con el requisito de la orden ejecutiva para que el empleador lo pueda recibir”, agregó.

Pero, ¿qué dicen los cibernautas sobre el protocolo del aeropuerto?

Durante una transmisión en vivo que realizó Primera Hora sobre la inspección ocular en el aeropuerto, fueron más de 2,000 las personas que se conectaron y expresaron su sentir y experiencias con el sistema de vigilancia.

“Mi amigo viajó el viernes y no están haciendo las pruebas en el aeropuerto”, dijo Rosario Lydia.

Un comentario similar hizo Migucci Colón al asegurar que “todo esto es mentira pues en estos días mi prima viajó y en el aeropuerto de aquí ni la temperatura le cogieron”.

Cabe señalar que en el aeropuerto hay instaladas 11 cámaras termográficas en las áreas de llegada de todos los terminales. Estas cámaras buscan puntos de calor o detectan la temperatura de cada individuo sin que tengan que detenerse, inclusive cuando caminen en grupo. Cuando la cámara detecta 100.3 grados Fahrenheit suena una alarma y sale en los monitores una alerta con al foto y vídeo de al persona para que personal del sistema de vigilancia la pueda identificar y realizar una verificación secundaria.

Hubo otros que rechazaron las premisas de que no se hace nada. Ese fue el caso de César Lago Rivera, quien dijo haber viajado recientemente y tuvo que llenar la declaración de viajero.

“He viajado 4 veces en mes y medio y siempre he tenido que llenarlo, sino, no puedo salir. El que no lo llene es porque busca evadir”, expuso.

Igual reacción tuvo la cibernauta Aponte Yaza quien destacó que la información brindada durante la vista ocular fue “completa y profesional”.

“Si nos comparamos con otros estados, Puerto Rico está a la vanguardia de estos protocolos. Todavía nos queda por mejorar. A mi entender, lo ideal sería paralizar por un tiempo los vuelos. Pero como bien explicaron, eso no está en nuestras manos. La protección de la salud es asunto de todos. Cada uno individualmente tiene que poner de su parte para evitar la propagación”, agregó.