El secretario del Departamento de Salud, Lorenzo González, celebró que esta semana -proyectada como la del pico de contagios con la nueva cepa de coronavirus en Puerto Rico- inició con cero muertes reportadas en la isla, al tiempo que defendió la reapertura económica por fases que se llevó a cabo hoy a través de la flexibilización del toque de queda impuesto por la orden ejecutiva de la gobernadora Wanda Vázquez Garced.

“Hoy es la semana pico y no hay ninguna muerte… esa es la noticia que debe ocurrir en el país”, expresó el funcionario durante una breve participación en el programa de actualización de salud de la COVID-19 que se transmite por WIPR.

“Hoy, gracias a papá Dios no tenemos ninguna persona que muere en Puerto Rico”, agregó.

El último informe provisto por Salud, indica que a la fecha hay registrados 97 decesos relacionados al coronavirus y 1,843 casos únicos positivos a la enfermedad.

El secretario de Salud lleva semanas insistiendo en que el pico de contagios en Puerto Rico se reflejaría la semana del 4 al 8 de mayo, precisamente, la fecha en que la gobernadora decidió flexibilizar las medidas de cuarentena abriendo las puertas a que varios comercios reinicien sus operaciones.

González defendió la decisión Ejecutiva amparado en que la misma fue una analizada por el Comité Asesor Económico creado por el gobierno y que se basó modelos estructurados en Estados Unidos.

Insistió en que la activación de la economía se llevará a cabo por subsectores que “tienen bajo riesgo” (de contagio) y que la selección de negocios se hizo garantizando una serie de factores que van desde evaluar cómo manejarán el distanciamiento físico entre empleados y clientes, la utilización de Equipo de Protección Personal (EPP) y “hacerle pruebas (a los empleados) antes de iniciarse en la propuesta”. En esto último está errando el secretario de Salud pues, según confirmó ayer Primera Hora con el director del Task Force Económico, Emilio Colón Zavala, esta disposición no es obligatoria a los patronos sino más bien “discrecional”. Los patronos sí deben cumplir con unas guías establecidas por PR-OSHA, las cuales están resumidas en 22 puntos expuestos en una autocertificación que cada dueño de negocio debe entregar al Departamento del Trabajo y Recursos Humanos. (DTRH).

“Ha sido algo bien estructurado”, reafirmó González, quien no ha estado disponible para entrevistas con Primera Hora, aun cuando se ha solicitado la audiencia durante varios días para abarcar no sólo el tema de la COVID-19 sino otros asuntos de salubridad que preocupan a la ciudadanía.

En su mensaje, González insistió en que otros indicadores utilizados para la reapertura económica son los recursos de salud que tiene la isla. Actualmente, sostuvo, la utilización de camas está por debajo de un 40%, el de ventiladores por debajo de un 20% y el de cuidados de intensivo por debajo de un 30%.

En cambio, como en otras ocasiones, la información es ambigua. No se ofrecieron detalles específicos de personas hospitalizadas y con asistencia de ventiladores hay por la COVID-19 en Puerto Rico, el número de personas recuperadas de la enfermedad o aquellos que pasan el virus de forma ambulatoria en sus hogares. Tampoco se ha precisado detalles de la operación de rastreo a pacientes positivos que, según el funcionario, ya se está llevando a cabo en la agencia. ¿Cuántos rastreadores tiene la agencia? ¿En qué consiste el plan de rastreo para evitar nuevos brotes en medio de una reapertura económica? Son respuestas que el Secretario de Salud y el epidemiólogo de la agencia, David Capó, deben responder con premura. Primera Hora se comunicó esta tarde con Capó y este indicó que su agenda estaba cargada y trataría de atender la petición de entrevista de Primera Hora hoy mismo. Al momento, no ha habido acercamientos.

La vigilancia y evolución epidemiológica es vital para garantizar la contención de la epidemia, han reiterado voces expertas en la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Mientras, el secretario de Salud se defendió de las críticas que recibió la agencia por parte de varias organizaciones respecto al manejo de datos relacionados a la pandemia del COVID-19 en Puerto Rico.

Ayer, Primera Hora dio a conocer que la isla figura en la lista de las seis jurisdicciones de Estados Unidos que han trabajado de forma deficiente los procesos de recolección y manejo de datos del coronavirus, de acuerdo al proyecto de seguimiento de la enfermedad que impulsa la organización sin fines de lucro The Covid Tracking Project.

Con calificaciones de D, las regiones de Nevada, Nebraska, las Islas Marianas del Norte y Guam integran -junto a la Isla- el grupo que no reportó de forma confiable datos básicos de relevancia para la población sobre el virus. En tanto, el territorio Samoa Americana fue el que obtuvo la peor calificación con una F.

The Covid Tracking Project / covidtracking.com está a cargo de recopilar y publicar los datos necesarios para comprender el brote del virus entre los 50 estados, cinco territorios de los Estados Unidos y el Distrito de Columbia. La entidad emite su análisis basándose en información publicada por agencias gubernamentales de salud pública y, además, evalúa la calidad del acceso a los datos para que, a través de esta calificación, las jurisdicciones ejerzan una mejor práctica en la recolección de información para atender esta pandemia.

En esta ocasión, la mayoría de los estados fueron calificados con A (17) y B (20). Entre ellos se incluye Arizona, Michigan y Nueva Jersey.

El secretario de Salud dijo que la calificación del estudio -al que se sumó otro señalamiento realizado recientemente por la Universidad John Hopkins- es “totalmente distante a la realidad”.

“Hago hincapié en que nosotros sí lucimos débil en la presentación de la data al país… pero decir hoy que no tenemos data es totalmente distante a la realidad. Tenemos evidencia de sobre 50,000 pruebas hechas en Puerto Rico. Definitivamente, sabemos las positivas-positivas y estamos depurando los negativos”, manifestó.

Dijo que “desafortunadamente” las personas que realizaron el análisis “no llamaron al departamento de salud para preguntar si esa data que ellos utilizaron es la correcta”.

“Utilizaron data de Twitter, utilizaron data del dashboard del Departamento de Salud… desafortunadamente, no llamaron al Departamento de Salud. Revisen la data para ver cuál es el total de muestreo que ellos presentan. En uno de los artículos hablan de 11,000 pruebas hechas y en Puerto Rico ya hay sobre 50,000. En otro hablan de 3 personas muertas, cuando tenemos 97 al día de hoy. ¿Qué data utilizaron para reflejar eso? Definitivamente, no es la que tenemos hoy”, expresó.

Agregó que no se puede presumir que porque el dashboard “no tiene los elementos que requiere el mundo” signifique que “nosotros no estamos haciendo el trabajo de forma eficiente”.

“Sí, nosotros tenemos que mejorar. Esa es una realidad y vamos a mejorar. Ya hoy tenemos evidencia de que el dashboard está depurando (datos) para reflejar unos indicadores que la población y la gobernadora nos pide… esa discusión la tenemos en el día de hoy para presentarla en los próximos días… pero la ejecución en una plataforma no refleja el esfuerzo que se hace en el Departamento de Salud”, insistió sin ofrecer más explicaciones alusivas a los supuestos nuevos datos depurados.

El Departamento de Salud (DS) de Puerto Rico ha sido continuamente señalado por las deficiencias que reflejan las estadísticas del “dashboard” que impiden tener un panorama claro sobre cómo la pandemia ha afectado la Isla.

Por su parte, Arnaldo Cruz, exdirector de ABRE Puerto Rico, exmiembro de la Junta de Directores del Instituto de Estadísticas y director de Política Pública e Investigación de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF), reconoció que existe un problema de datos en Puerto Rico y sostuvo que la única manera en la que el país puede controlar y manejar la emergencia a mediano y largo plazo es con información.

“Si el gobierno quiere minimizar tener que volver a un lockdown, tienen que hacer las inversiones pertinentes para crear un sistema de información para poder monitorear la pandemia”, resaltó el cofundador de ABRE.

Cruz aseguró que en Salud, como muchas otras agencias, no cuentan con un sistema de información robusto para manejar todos los datos, lo que complica construir un modelo de epidemiología. “En particular cuando es información nueva que no tienen la capacidad de colectarla y manejarla”, añadió.