El Senado evaluará mañana en vista pública un proyecto para atender el problema de la sobrepoblación de animales que dispone la esterilización de todas las mascotas en Puerto Rico.

Mediante comunicado de prensa, se informó que la Comisión de Salud y Nutrición de Senado, que preside el vicepresidente del cuerpo José Luis Dalmau Santiago, atenderá el Proyecto del Senado 1631, para crear la “Ley para la esterilización obligatoria y veda en la compraventa de mascotas en Puerto Rico” que prohibe por 5 años la reproducción y la venta de mascotas en la isla.

El artículo 5 del proyecto establece que "toda mascota que se encuentre en Puerto Rico tiene que estar esterilizada. El (la) guardián deberá mantener los documentos fehacientes que acrediten que cumplen con esta sección". 

Se trata de un proyecto por petición del "US Humane Society" que fue sometido por el senador Jorge Suárez el mes pasado y, según su exposición de motivos lo que busca es "aminorar dramáticamente la sobrepoblación de perros y gatos".

El proyecto castiga con hasta 3 años de cárcel la venta de mascotas y con multas que inician en $300 a aquellos ciudadanos que no esterilicen a su mascota, y de $500 si trae a una mascota a la isla que no esté esterilizada.

Según la medida, se estima que hay 300,000 perros y 1,000,000 de gatos en la isla, que están "sufriendo en las calles" y representan "una amenaza" a la ciudadanía, y se señala que el Departamento de Salud gasta unos $2,000,000 al año en atender unas 10,000 mordeduras de perros realengos, y se conoce al menos un caso de un menor muerto por una jauría.

Además, según la medida, la Asociación de Hoteles y Turismo ha estimado pérdidas de $15,000,000 por la "impresión negativa" que se llevan los visitantes, con cientos de cartas mensuales de turistas quejándose del maltrato a los animales.

La eutanasia tampoco ha dado resultados. Según el proyecto, "se calcula que el año pasado cerca de 40,000 perros y gatos fueron sacrificados al no encontrar un hogar que los acogiera".

Se asegura que medidas similares han sido implantadas en numerosos estados y ciudades de Estados Unidos y que lo que pretenden es que "se salvará la vida a miles de perros y gatos que se encuentran en los santuarios, albergues y, tristemente, en nuestras calles".