El Departamento de Educación (DE) cuenta con una inyección millonaria adicional en fondos federales de emergencia para la construcción y reconstrucción de escuelas, pero el nuevo presupuesto de la agencia no contempla aumentos en el salario base de los maestros, ni fondos para reiniciar el programa de la carrera magisterial al tiempo que siguen congelados los pasos por mérito.

Así lo reconoció el secretario interino del DE, Eliezer Ramos Parés, quien tampoco pudo precisar el número de escuelas que estarán listas en agosto próximo para el regreso presencial de los estudiantes.

Ramos dijo en una vista conjunta ante las comisiones de Hacienda de Cámara y Senado, que el nuevo presupuesto consolidado de la agencia -en comparación con el vigente- tiene una reducción de unos $748 millones ($596 millones de fondos federales y $152 millones del Fondo General). Detalló que el presupuesto consolidado para el año fiscal 2021-2022 asciende a $3,221,404,000.

Sostuvo, sin embargo, que el nuevo presupuesto de la agencia con cargo al Fondo General representa unos $152 millones menos que impactarán la nómina del Departamento.

“Levantamos hoy bandera aquí sobre la reducción en las partidas de nómina, transportación escolar, que tienen repercusiones en la operación del Programa de Educación Especial”, dijo el secretario interino al concluir la vista pública de más de cuatro horas. Mencionó también entre las áreas que se verían afectadas, la seguridad y mantenimiento de las escuelas.

Ramos indicó que el efecto en la nómina será de unos $85 millones “a nivel del Departamento, pero el impacto inmediato en Educación Especial es en la contratación de maestros, de asistentes de servicios”.

“En términos generales, estamos hablando en total de unos $150 millones para operar el Departamento que se están haciendo aquí como solicitud en la evaluación presupuestaria que está haciendo la Asamblea Legislativa. Sí, el Departamento hizo una solicitud presupuestaria que tiene una diferencia de unos $400 millones a diferencia de lo que está actualmente, obviamente tomando en cuenta el rezago, el mejoramiento de servicios y los recursos necesarios para poder operar de manera óptima”, sostuvo el funcionario.

No obstante, hizo la salvedad de que el presupuesto consolidado no incluye otra partida de $2,600 millones en fondos federales que serían destinados para la rehabilitación o construcción de escuelas nuevas, como también los fondos federales que han sido asignados para atender la pandemia por $4,824,322,335.

“Hablamos de un presupuesto billonario que se traduce en un presupuesto operacional más pequeño cuando se le resta lo que es retiro, nómina y todas estas partidas”, sostuvo Ramos.

Sobre el manejo de fondos federales de emergencia que llegan al País dijo que “está disponible y lo que estamos utilizando para el verano y preparar las escuelas para agosto, tenemos que hacer planes y próximamente se anunciará el uso de esos fondos para atender el rezago”.

“Estos fondos pueden ayudar a paliar un poco el déficit estatal que existe, pero hay otras consideraciones que queremos que la legislatura tome en cuenta, como es la necesidad de inversión estatal en el proceso educativo. Si reducimos la inversión estatal, próximamente lo que va a ocurrir es la reducción en fondos federales”, agregó.

“Debemos reactivar la carrera magisterial cuanto antes y fomentar que los maestros se sigan profesionalizando con técnicas nuevas, pero no está contemplada en el presupuesto”, reconoció Ramos a preguntas del senador Rafael Bernabe, del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC).

El secretario interino indicó a las preguntas de Bernabe que el presupuesto para el próximo año fiscal tampoco prevé un alza en la paga de los maestros, quienes no reciben un aumento en el salario base desde hace 13 años.

“Ni carrera magisterial, ni pasos por mérito, ni aumento en el salario base. Entonces, vamos viendo que este presupuesto tiene noticias bastante malas para los maestros y maestras”, replicó el senador del MVC.

Bernabe preguntó también por el status de los maestros que llevan dos años como transitorios, un viejo problema en el Departamento. Ramos dijo que “acabamos de trabajar con un grupo de maestros de esas llamadas permanencias”.