La burocracia a flor de piel.

Los vecinos de barrio Obrero y la urbanización Radioville, en Arecibo, siguen esperando porque las autoridades resuelvan el problema de erosión que los afecta y que ha provocado el colapso de  muchas residencias.

Mientras tanto, la dejadez y el pasarse la papa caliente de a quién le toca qué deja en la incertidumbre a las familias y negociantes que viven en esas zonas.

Hoy, la Comisión cameral de Agricultura, Recursos Naturales y Ambientales realizó una vista ocular y a la que fue citado el alcalde de Arecibo, Carlos Molina, a quien esperaron y nunca llegó.  En su lugar fue el director interino de Manejo de Emergencias municipal, Eliú Pérez, que asumió el cargos este lunes y no pudo contestar las interrogantes de los legisladores, entre ellos las del presidente de la comisión, Joel Franqui Atiles, sobre qué se ha hecho para “salvaguardar las estructuras y las vidas de los residentes de esta zona”.

Esta área, al igual que otras en muchos municipios en la zona costera, se han visto afectadas severamente por la erosión, más aún luego del paso del huracán María.

El presidente de la Comisión de Asuntos Municipales, José ‘Memo’ González, quien también es legislador de Arecibo, informó que ya han realizado dos vistas oculares en el área y no no han logrado nada.

En una, hace más de un año, fue la secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Tania Vázquez, y en la de verano pasado la comisionada residente Jenniffer González.

Sin embargo, a estas alturas no se han entregado informes requeridos y nadie sabe qué documentos, si alguno, se trabajó.

De hecho, González dijo que desde ya está adjudicando la responsabilidad al DRNA de cualquier situación que ocurra allí.

Este dijo que en la vista en la que participó la secretaria del DRNA, le solicitaron “que nos hiciera la declaración de emergencia, no se hizo…”

Aceptó que lo menos que esperaba era que Vázquez estuviera hoy allí.

En cuanto al municipio, dijo que reconoce que el alcalde no tiene los fondos necesarios pero dijo que Molina le informó que habían hecho gestiones. “Pero, ¿en qué estatus está…?”, insistió el legislador.

La frustración de los que estaban en la vista era evidente, incluyendo a residentes como Lucy Lugo, quien lleva toda su vida viviendo allí y mirando con impotencia cómo las casas desaparecen de la costa.

Incluso, en un momento de la vista, cuando se mencionó que se hizo un censo de las casas afectadas, esta dijo que a ella nunca la visitaron. Indicó que ya están cansados de que hagan vistas, observen y no pase nada.

Al Departamento de la Familia, según los ponentes, es a quien le corresponde hacer un censo de las familias en un área luego de una emergencia, y en el caso de los sectores visitados hoy, nunca se hizo.

Tampoco Peréz -del Municipio de Arecibo- pudo decir cuántas familias están afectadas en barrio Obrero, aunque González las estimó en 50.

En la urbanización Radioville, la cifra de familias impactadas asciende a 53.

Luis Vázquez, hace 20 años que vive en esa urbanización y dijo a Primera Hora que “llevamos tiempo llamando y tratando de que las agencias pertinentes tomen cartas en el asunto, pero todo es una burocracia grandísima”.

Reconoció que en marzo pasado colapsó una área en la urbanización y con la intervención del representante González, la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) uso de sus fondos para trabajar en el área.

“El municipio hasta ahora no ha hecho nada y cuando vino el alcalde lo que dijo fue que Fema (Agencia federal para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres) no le había dado ni un centavo del huracán para acá y que él no tenía fondos para trabajar con esto”, denunció mientras mostraba que allí no hay alcantarillados, cunetas ni control de las escorrentías pluviales que se unen con el fuerte oleaje impactando más el lugar.

El legislador Franqui Atiles dijo que aunque el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos trabaja un estudio comisionado por el DRNA para evaluar -a largo plazo- el impacto real de los cambios ocurridos en la zona costera, urge que se declare una certificación de emergencia para que se realicen trabajos de emergencia en el área de Arecibo.

De hecho, el director del Programa de manejo de la zona costera del DRNA, Ernesto Díaz, que se excusó de la vista, llamó esta mañana al representante Franqui Atiles para que se le solicite al comisionado del NMEAD, Carlos Acevedo, el documento, igual que se hizo en Ocean Park.

El reglamento 4860 del DRNA establece que para aprobar soluciones temporales para las estructuras afectadas por erosión costera se necesita una certificación de emergencia emitida por un ente público.

Juan Santos, director regional del NMEAD, aceptó que no se ha solicitado la certificación de emergencia para Barrio Obrero.

De otro lado, el representante Franqui Quiles cuestionó que si el 60% de las costas del país enfrentan erosión, por qué no se emite desde ya una certificación de emergencia para toda la zona costera de la isla.

Mientras, citó para el 16 de septiembre, a las 10:00 a.m., una vista pública en el Capitolio a la que citarán a agencias como el DRNA, el Cuerpo de Ingenieros, a la Asociación y Federación de Alcaldes y al Departamento de la Familia, para que constesten qué están haciendo en las áreas costeras para lidiar con la problemática.

A la vista también asistieron los representantes Jesús Manuel Ortiz y Abid Quiñones, así como MoisésSoto,  director del DRNA en el área de Arecibo; Ángel Pérez, del  NMEAD de la región de Arecibo y Juan Carlos Santos, también directivo del NMEAD.