Puerto Rico es el quinto territorio del mundo con mayor desigualdad de ingresos entre su población, el dato más relevante del primer Informe sobre Desarrollo Humano de la isla caribeña presentado hoy en San Juan.

El director ejecutivo del Instituto de Estadísticas de Puerto Rico, Mario Marazzi, fue el encargado de presentar el informe, con el que la isla caribeña trata de ponerse a la par del resto de países del mundo, que mayoritariamente se incluyen en el Informe Mundial de Desarrollo Humano de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Puerto Rico no había contado hasta el momento con un índice de este tipo por no ser parte de la ONU.

Ese informe de la ONU da a conocer los resultados estadísticos de su Índice de Desarrollo Humano, el cual se lleva a cabo por medio de un análisis ponderado de indicadores como educación, salud e ingresos, entre muchos otros.

El hecho de que Puerto Rico, debido a su estatus de Estado Libre Asociado a Estados Unidos, no se incluyera en el informe empujó a poner en marcha la elaboración de uno propio con la colaboración de investigadores de instituciones como la Universidad de Puerto Rico, Universidad Interamericana, Sistema Ana G. Méndez y el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico, entre otras.

El Índice de Desarrollo Humano de Puerto Rico fue 0.851 puntos, lo cual coloca a la isla en el puesto 31 de entre 187 países del mundo, lo que sitúa al territorio caribeño como uno -en teoría- de alto desarrollo humano.

Esa cifra de 0.851 sale tras tomarse en cuenta valores como la renta per cápita, esperanza de vida y la escolarización.

El alto nivel de Puerto Rico es posible gracias a la alta esperanza de vida de su población y elevada escolarización.

Mientras, los ingresos per cápita son relativamente bajos, ya que se sitúa en la posición 60 entre 187 países.

Marazzi destacó que uno de los puntos más destacados del Informe sobre Desarrollo Humano 2016 de Puerto Rico -el nombre completo del estudio presentado hoy- es el de que la isla tenga la distribución de ingresos más desigual en el mundo.

Dijo que la razón a ese desigualdad tan acusada hay que buscarla en las políticas económicas que han llevado acabo los distintos gobiernos de Puerto Rico durante las últimas décadas.

Marcia Rivera, miembro del equipo de trabajo del informe e investigadora de Instituto Latinoamericano de Educación para el Desarrollo (Ilaedes), señaló a Efe que el motivo de esas desigualdades tan acusadas en ingresos entre puertorriqueños hay que buscarlo en unas políticas económicas que favorecían la llegada de empresas estadounidenses a la isla.

La investigadora subrayó que los gobiernos puertorriqueños, durante las últimas décadas, se dedicaron a ofrecen incentivos fiscales a las empresas de Estados Unidos, pero que esas ventajas tributarias dejaban fuera a las compañías locales, para Rivera una rémora para el desarrollo económico de la isla.

El informe, que como explicaron sus autores, da una idea del desarrollo humano de la isla no solo desde el punto de vista económico, sino también en facetas básicas como educación o salud, arroja datos relevantes como el de que en Puerto Rico las mujeres viven de media 8 años más que los hombres.

Ese dato fue atribuido a que los varones están más expuestos a muertes violentas y accidentes.

Otro dato destacado es el de que un 21 % de las personas empleadas en la isla son pobres de acuerdo a los baremos federales de renta de Estados Unidos.

Las ayudas a individuos, como el Programa de Asistencia Nutricional (PAN) y otros subsidios, han servido como amortiguador de la desigualdad, pero según fue expuesto no se ha traducido en formas efectivas de creación de empleo o autosuficiencia económica.

El informe destaca que el desarrollo humano es más bajo fuera del área metropolitana de San Juan y que el 60 % de los puertorriqueños viven fuera de la isla caribeña.

La conclusión más importante del Informe sobre Desarrollo Humano de Puerto Rico 2016 es que la isla es uno de los territorios más desiguales del mundo y que el sector más pobre se deteriora cada vez más.

Además, la isla tiene una elevada proporción de muertes por causas violentas, que en un 85.1 % afectan a varones de entre 20 y 29 años.