La organización sin fines de lucro Tenedor Social, la cual trabajó durante un año y medio alimentando a la comunidad del barrio Fortuna Playa en Luquillo, está en la búsqueda de un espacio donde puedan restablecer su exitoso proyecto para continuar llevando un plato de comida caliente y otras ayudas a los más necesitados.

Sus fundadores, Marina Martínez y Ángel Cora, comenzaron a crear este movimiento para ayudar a su comunidad. Así, estos reconocidos chefs, quienes participaron en el reality Master Chef Latino para el año 2019, se autodenominaron “Los chefs de la calle” y empezaron a brindar comida a sus compueblanos en fechas especiales como el Día de Acción de Gracias. Luego, sintieron la necesidad de continuar esa misión de repartir alimentos hasta que lograron crear un movimiento voluntario que, no solo brindaba alimentos preparados, sino también llevaban compras a los hogares de la comunidad.

No obstante, la obra social de este grupo, que según su fundadora llegó a repartir 53,510 platos de comida, se ha visto detenida, ya que aseguran que no lograron conseguir un contrato con el municipio de Luquillo para establecerse definitivamente en la Escuela de Fortuna Playa.

“Tenemos un proyecto de mitigar y erradicar el hambre en nuestra región, pero está detenido porque hemos estado en dimes y diretes hace un año. El contrato fue otorgado a otra organización que dicen es comunitaria, pero nosotros estuvimos sirviendo a nuestra comunidad por año y medio. El senador José Vargas Vidot nos firmó para un proyecto de siembra en la escuelita, también íbamos a hacer un huerto con A Comer Puerto Rico; teníamos muchas alianzas con organizaciones, pero estamos a la deriva y no sabemos qué va a suceder con el proyecto”, explicó Martínez, quien es propietaria de Bistro del Mar, un food truck reconocido en la zona de Luquillo, desde el cual estuvo confeccionando alimentos para regalar cuando dio inicio su movimiento social.

No obstante, este dúo de chefs no se detiene y ahora están enfocados en buscar un espacio para convertirlo en su centro de operaciones. “Tenedor Social es un proyecto autónomo que nace en base a una crisis que hay en nuestro País. El asunto del contrato en la escuela se movió a ser un movimiento político y nosotros somos gente de pueblo ayudando al pueblo. Nosotros estamos trabajando con la necesidad que hay en el barrio y como nosotros no vamos con ese interés, todo se torna más difícil. Por eso estamos buscamos algún espacio, ya sea privado, que alguien nos quiera prestar o que el mismo municipio nos brinde otro espacio para llevar a cabo los proyectos que tenemos”, expresó Martínez.

Sugirió que hasta un vagón en desuso, que alguna empresa pueda donarles, puede ser utilizado para almacenar los alimentos y materiales.

“Queremos construir un espacio de comedor social para erradicar el hambre, hacer un mini-almacén de alimentos que puede ser hasta en un trailer que alguna empresa no esté usando y nos pueda donar. Queremos que este proyecto sea sustentable”, dijo esperanzada la chef Marina.

Si desea ayudar a Tenedor Social, puede hacerlo a través de la cuenta 6309208620 de First Bank.

Acuerdo debe ser con la comunidad

Emmanuel Mojica, gerente de operaciones municipales de Luquillo, por su parte, dijo que el espacio cedido a Tenedor Social en la Escuela de Fortuna estaba condicionado a que la organización pactara un acuerdo con la comunidad una vez la escuela fuera cedida oficialmente por el Departamento de Educación. Ese proceso, según Mojica, estaba en su etapa final con la organización Proyecto Impacto Social Inc.

“Hemos tenido solicitudes de Tenedor Social para uso y ellos lograron establecerse en la Escuela Fortuna Playa con espacio limitado. Tenedor Social estaba antes en la escuela de Juan Martin, que también le pertenece a la comunidad. De ahí, tuvieron inquietudes y se le da la oportunidad de que opere en la Escuela de Fortuna, siempre y cuando se llegara a unos acuerdos con la comunidad (Proyecto Impacto Social Inc.), quienes son los que están operando la escuela. Siempre fuimos claros y les dijimos que la comunidad es la que está operando esa escuela”, reiteró.

“Nosotros como municipio lo que queremos es que la comunidad se envuelva en la escuela y tomen decisiones. Entonces, se tomó la determinación de hacer un contrato de uso directamente con la comunidad que es el Proyecto Impacto Comunitario Inc., que está debidamente registrada. Pero, el municipio no tiene ningún tipo de objeción a que ellos puedan llegar a un acuerdo con Tenedor Social; sería fundación con la comunidad, no con el municipio”, estableció el funcionario municipal, quien catalogó como “excepcional” la labor de Tenedor Social en su pueblo.

“Todo con el proceso del COVID se ha detenido, pero todo lo que sea bueno para la gente el municipio va a estar en total apoyo. Si hemos sido claro en que todo lo relacionado a esa estructura tiene que ser con la comunidad porque son los que lucharon por eso antes de nosotros estar en la Administración Municipal. Lo que queremos es hacer causa común, que la comunidad tome las decisiones correctas y que le den el mejor uso a la escuela. Hay que rescatar los planteles y nosotros somos el instrumento más cercano para que eso pase”, concluyó Mojica.