Las manifestaciones a favor y en contra del gobierno convocadas a las afueras del Capitolio durante el momento en el que el gobernador Pedro Pierluisi ofrecía su primer Mensaje de Presupuesto culminó con un tirijala entre ambos grupos.

Poco antes de que el Primer Ejecutivo culminara su discurso, decenas de personas convocadas por la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (Utier), quienes protestaban en un nuevo intento porque el gobierno detenga la implantación del contrato de LUMA Energy, llegaron hasta la Plaza de la Democracia, en el ala norte del Capitolio, donde estaban ubicados simpatizantes del Partido Nuevo Progresista y los Servidores Públicos Progresistas viendo el mensaje a través de una pantalla gigante.

“No habrá paz, no habrá paz, si es que LUMA no se va”, coreaba el grupo mientras se acercaba a la zona donde habían colocadas 250 sillas que fueron desplazadas por los manifestantes de la Utier y otros sindicatos como la Unión de Empleados Profesionales, la Unión de Gerenciales, la Alianza de Jubilados y la Union Insular de Trabajadores Industriales y Construcciones Eléctricas (Uitice).

Por un momento, el periodo fue de tensión cuando personas de ambos bandos se confrontaron gritando sus posturas.

“Pierluisi... cuatro años más, cuatro años más”, gritaba un joven que tenía una identificación como empleado del Capitolio. La situación incomodó a protestantes de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), quienes lo mandaban a callar.

Aunque hubo empujones entre las partes, la situación pudo ser controlada por líderes de ambos grupos.

Mientras, decenas de oficiales de la policía estatal y de la Unidad de Operaciones Tácticas se apostaron en las escalinatas para impedir el paso de los manifestantes a la Casa de las Leyes.

Antes de ocurrido el incidente, se especuló que el Primer Ejecutivo llegaría hasta el ala norte del Capitolio a saludar al público y ofrecer unas cortas declaraciones. Sin embargo, esto no ocurrió.

Una vez controlado el escenario, el presidente de la Utier, Ángel Figueroa Jaramillo, se dirigió a los presentes y advirtió que la lucha continuará esta semana con otras protestas que no detalló.

“El público que estuvo aquí se fue porque llegamos nosotros a exigirle al gobernador y no a aplaudirle. Llegamos a exigirle lo que quiere y desea el pueblo y es que se vaya LUMA de Puerto Rico”, manifestó el líder sindical.

Sostuvo que entre los manifestantes había penepés y estadistas que se oponen al contrato de LUMA, porque antes que sus ideologías “tienen a Puerto Rico en su corazón”.

“No piensen que esto culmina con el mensaje que dio hoy el gobernador. Esta lucha sigue pase lo que pase y más allá del 1 de junio”, expresó aludiendo a la fecha fija para que entre en vigor el contrato de LUMA.

Entre los que protestaron en contra del gobierno estaba el empleado de la AEE, Domingo Monell, quien sostuvo que llegó hasta El Capitolio en símbolo de la frustración que siente con el gobernador por su apoyo al contrato de LUMA.

“Honestamente, yo no espero nada de ese mensaje de presupuesto. El gobernador fue una cosa como candidato y ahora es otra cosa. Sus actuaciones no me permiten confiar.... Ahora mismo, mírame a mí, mira lo que me han hecho: después de estar 18 años como técnico de comunicaciones en la Autoridad, ahora me mandaron como asistente de dietista al Fondo del Seguro del Estado. Yo, que de dieta sé lo de las vitaminas que me tomo por las mañanas. Nos han quitado todo con ese contrato y es necesario que el gobernador lo comprenda... por eso estoy aquí”, dijo Monell al mencionar que el contrato de LUMA no reconoce los convenios colectivos vigentes ni los derechos adquiridos por los empleados.

De otra parte, algunos legisladores del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) y del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), quienes habían advertido que no participarían del Mensaje de Presupuesto, se dieron una vuelta por el ala sur de la Casa de las Leyes, donde inicialmente estaba la Utier.

La senadora del PIP, María de Lourdes Santiago, dijo que prefirió acompañar a los manifestantes porque los mensajes de los gobernadores o gobernadoras se han convertido en un “espectáculo” con un despliegue innecesario de oficiales de ley y orden.

“Policías que están para custodiar a los jefes de agencias que llegan solamente a aplaudir”, sostuvo la legisladora.

“Esto es un ejercicio absurdo, porque lo que diga el gobernador no es lo que resultará en el prespuesto del país. A ellos les gusta engañarse a ellos mismos”, agregó en referencia a que la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) tendrá la última palabra sobre el proceso presupuestario del país.

Precisamente, la JSF aprobó recientemente $750 millones para financiar parte del contrato de LUMA.