“Con lo mala que es la alcaldesa de San Juan y lo incompetente que es, Puerto Rico no debe estar hablando de estadidad hasta que tenga gente que realmente sepa lo que está haciendo. Si tuvieran un buen liderato, ciertamente, sería algo que se puede hablar. Pero, con gente como esa involucrada será un no absoluto”, fueron las expresiones de Trump a una radioemisora de Ohio.

Rauda y veloz, la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz Soto le salió al paso al mandatario estadounidense  en su cuenta de Twitter.

“Esto no se trata de ti o de mí. Esto se trata de sobre 3,000 vidas perdidas”, dijo la alcaldesa aludiendo a los muertos por el ciclón María.

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“Trump vuelve a acusarme por decir la verdad. Ahora dice que la estadidad no llega por mí”, siguió escribiendo Cruz Soto en la red social. 

También en un tuit, la comisionada residente de Puerto Rico en Washington, D.C., Jenniffer González, acusó a Cruz Soto de impedir la estadidad a la gente que la favoreció en los plebiscitos de 2012 y 2017. 

“Bendito, póngase de pie. A lo mejor se acostumbra... además, diga la verdad, la mayoría de los boricuas no queremos la estadidad”, ripostó la alcaldesa en otro tuit.

Mientras tanto, el gobernador Ricardo Rosselló aseveró en declaraciones escritas que Trump le faltó el respeto al pueblo puertorriqueño.

“El presidente dijo que no está a favor de la igualdad de derechos para el pueblo de Puerto Rico, basado en una disputa personal con una alcaldesa local. Este es un comentario insensible e irrespetuoso a más de trs millones de estadounidenses que viven en el territorio de Puerto Rico”, afirmó Rosselló.

“La igualdad para los ciudadanos estadounidenses de Puerto Rico es el mayor problema de derechos civiles en los Estados Unidos. Los americanos que viven en la Isla no pueden votar por su presidente y no tienen representación con voto en el Congreso, pero están sujetos a las leyes federales. Esta relación antidemocrática ha durado más de 100 años”, agregó.

Sin embargo, para el secretario general del Partido Popular Democrático (PPD), Carlos Delgado Altieri, las declaraciones de Trump son un “golpe” al proyecto de estadidad de la comisionada residente.

“No tiene ninguna oportunidad de ser aprobado y mucho menos firmado por el Presidente. Además, el liderato del PNP engaña a sus seguidores, pues le mienten con la estadidad. Ellos saben que no tiene posibilidad alguna”, opinó Delgado Altieri.

Pero el senador independentista Juan Dalmau expresó, en un turno en la sesión del Senado, que “el menosprecio del gobierno de Estados Unidos hacia Puerto Rico” no comenzó con Trump.

“Lo que cambió fue la forma. Antes nos golpeaban con guantes de seda y ahora se quitaron los guantes”, sostuvo. 

Mientras, el senador independiente José Vargas Vidot indicó qie  “las expresiones de este folclórico presidente descartando con sus criterios a los políticos del barrio, es una expresión adicional que debe poner a temblar a todos, especialmente cuando Rod J. Rosstein considera renunciar porque lo han agarrado desarrollando un abultado expediente incluyendo grabaciones que hablan de la locura y del caos mental que tiene este señor que aparentemente su cabeza únicamente sirve para albergar su extraño cabello”.

El presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz dijo que lo que hizo Trump “realmente fue criticar a la alcaldesa de San Juan”, y aãdió  que entre Barack Obama y Trump “no hay diferencias en su color de piel, porque tratan igual a Puerto Rico, uno fue indiferente y otro es arrogante”.

“El fin de la colonia no depende de Trump, depende de nosotros los puertorriqueños. La admisión como estado no se ha regalado nunca, se ha exigido siempre”, añadió Rivera Schatz.

La senadora Zoé Laboy opinó que la respuesta de Trump al reportero que lo entrevistaba fue de muy poca profundidad. “Ni me importa lo que diga Donald Trump sobre la estadidad para Puerto Rico, seguiré luchándola porque es una cuestión de derechos civiles”, dijo.