Con el traslado de sus animales, el Zoológico de Mayagüez será transformado en el “EcoJardín de Puerto Rico, doctor Juan A. Rivero”.

Será un parque educativo y con senderos para caminata, que servirá de laboratorio para los estudiantes de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez (RUM) y de un lugar de esparcimiento para la familia. No habrá animales en cautiverio, pero sí plantas y pajaritos, según describieron la secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Anaís Rodríguez Vega, y la arquitecta Astrid Díaz en una mesa redonda realizada en La Fortaleza en la que participó Primera Hora.

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“Nos llena de mucha emoción, porque hemos por los pasados meses trabajado sobre un concepto que al final de día haya contacto con la naturaleza y un espacio donde entendemos que hay cierta necesidad del pueblo de Puerto Rico y los turistas que nos visitan de tener espacios abiertos, donde hayan contacto con la naturaleza y puedan recrearse”, afirmó Rodríguez Vega, al presentar el nuevo concepto que habría en las más de 107 cuerdas que ocupa en la actualidad el zoológico en el municipio del oeste.

Por su parte, la arquitecta que tiene a cargo del diseño del nuevo parque describió que “este es un proyecto sobre la vida, sobre la naturaleza, no de estructuras. Es un instrumento que le enseñará al mundo el compromiso que tenemos de conservar nuestros recursos naturales ante el cambio climático. Es el EcoJardín de Puerto Rico, doctor Juan A. Rivero, un jardín educativo diseñado con el tema de la conservación de la naturaleza y la resilencia climática honrando el legado científico del doctor Rivero”.

Los planes del DRNA son utilizar $3.1 millones que le asignó el gobernador Pedro Pierluisi en fondos del Plan de Rescate Americano (ARPA, en inglés) para comenzar a construir, al menos, la primera fase del parque.

Los planes del DRNA son utilizar $3.1 millones asignados en fondos del Plan de Rescate Americano (ARPA, en inglés) para comenzar a construir, al menos, la primera fase del parque.
Los planes del DRNA son utilizar $3.1 millones asignados en fondos del Plan de Rescate Americano (ARPA, en inglés) para comenzar a construir, al menos, la primera fase del parque. (Suministrada)

La obra se comenzaría una vez se cumpla el periodo de seis meses estipulado en un acuerdo que alcanzó el gobierno de Puerto Rico con la Fiscalía federal para que los 328 animales del zoológico sean movidos a santuarios en los Estados Unidos. Este plazo vencería en septiembre próximo.

Rodríguez Vega auguró que en “dos o tres años” ya pudiese abrirse al público el parque.

Lo que habría disponible en esta apertura inicial sería cuatro plazas, un centro de visitantes y un anfiteatro para exposición de películas sobre naturaleza, las cuales prometen ser 4D. Estarían ubicadas en la “huella” ocupada en la actualidad por el zoológico, que está compuesta de unas 20 cuerdas y que queda en la zona más alta de las tierras.

Entre las plazas que se establecerán está una dedicada a los niños, una solar y otra sobre resiliencia climática.

Como parte del diseño arquitectónico programado, habría dibujos y piezas que rememorarían al médico aguadillano Agustín Stahl. Por ejemplo, se construirá una mano de un hombre que tocaría una hoja. Esta hoja, por su parte, serviría de techo de las pocas estructuras que se edificarían.

El concepto, en general, incluye un “tres polos de acción para que el visitante, ya sea el niño, la familia, el turista, cuando entren a este jardín, salgan educados también en lo que es la sustentabilidad, el amor a la naturaleza y presentarle al mundo que tenemos un compromiso de conservar nuestros recursos naturales y ser resilientes ante el cambio climático”, dijo Díaz.

Señaló que se busca que el visitante sea trasladado desde el pabellón de entrada en un trolley o un fonicular hasta la parte más alta del parque. Allí estarían las plazas, un centro de observación, centro de actividades, laboratorios educativos, un bosque eólico, cuatro estaciones de ecosistemas y árboles solares, entre otras instalaciones.

“Nosotros estamos desarrollando en el mismo centro las plazas educativas y temáticas. Toda esta huella existente se está reciclando como paseos y sabanas con jardines y ecosistemas. Y entonces, en las 35 cuerdas que estaría al sur del solar, tenemos, entonces, senderismo, ecocabañas, para estar en contacto íntimo con la naturaleza”, explicó.

“Predomina siempre la naturaleza y el jardín”, añadió la arquitecta sobre el plan maestro ideado.

Habría jardines de orquídeas, así como de plantas medicinales y aromáticas, entre otros.

Pero, muchas de estas propuestas quedarían por lo pronto en ideas, como lo es el fonicular y las ecocabañas, que no se edificarán para pernoctar, sino para para pasadías. Es que el DRNA debe buscar fondos para lograr la obra, cuyo costo total no fue precisado.

La agencia contaba con cerca de $6 millones asignados por la Agencia federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) para rehabilitar el zoológico. No obstante, en el acuerdo alcanzado con la Fiscalía federal establece que esos fondos podrían ser utilizados para costear el gasto que incurran los santuarios en el traslado de los animales.

Por otro lado, la secretaria del DRNA rechazó que las tierras del zoológico puedan utilizarse para construir urbanizaciones, como se comenta en el oeste. Dijo que la zona está protegida en los planos de zonificación de la Junta de Planificación, ya que es un área de humedales.

Además, informó que los empleados que trabajan en la actualidad en el zoológico serían movidos a otras instalaciones del DRNA en la zona en lo que se realiza la construcción del parque.