Los daños ocasionados por el huracán María fueron tan devastadores que, incluso, limitaron la capacidad de algunas entidades sin fines de lucro para prestar ayuda o los han dejado sin recursos suficientes para continuar iniciativas ya encaminadas.

En medio del crítico cuadro por el que atraviesa el país, cuatro organizaciones recibieron este miércoles un total de $481,000 en donativos gestionados a través de Unidos por Puerto Rico, una entidad sin fines de lucro creada tras el paso de María. 

Esta es la primera entrega de donativos en metálico que hace Unidos por Puerto Rico, y recayó en La Perla de Gran Precio ($100,000), el Banco de Alimentos de Puerto Rico ($100,000), el Centro de Ayuda Social Manos que Alimentan Vidas ($48,000) y el National Puerto Rican Leadership Council Education Fund ($233,000).

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“Este donativo, para nosotros, es vida porque nuestro generador colapsó y, con esta ayuda, vamos a poder remplazar nuestro generador y seguir sirviendo tantas vidas que, en estos momentos, la necesitan. Nuestra institución se llama Centro de Ayuda Social Manos que Alimentan Vidas, y con este donativo, seguiremos alimentando muchas vidas”, afirmó a este medio Lillian Doval Estepa, directora ejecutiva de esa organización. 

Con el dinero, habilitarán 13 cocinas para distribuir cerca de 800 comidas calientes diarias a través de comunidades severamente afectadas por el ciclón. 

En el caso de La Perla de Gran Precio, la organización sufrió daños estructurales en uno de sus centros de ayuda a causa del huracán, y el donativo les permitirá continuar sus programas de asistencia a niños, mujeres con VIH o con enfermedades mentales, así como hacer las mejoras necesarias en las áreas que hoy limitan sus servicios. 

Mientras, los fondos del National Puerto Rican Leadership Council Education Fund están destinados al proyecto “Operación Oasis”, con el cual se busca suplir agua potable a los 78 municipios de la isla. Esta iniciativa se realiza en alianza con la organización internacional WaterStep. 

Edwin González Castillo, pastor de la Iglesia Presbiteriana, que sirve de sede para los adiestramientos que organiza WaterStep sobre purificación de agua, dijo que, hasta el momento, han podido llevar el proyecto a una veintena de pueblos, y los recursos donados les permitirán extenderlo al resto del país. 

Para el Banco de Alimentos, los donativos recibidos asegurarán que puedan proseguir la entrega de comestibles en algunas zonas que han recibido ayudas, pero que requieren asistencia adicional.  

Aurelio Alemán, presidente de la Junta de Directores de Unidos por Puerto Rico, expresó que, ante el severo estado del país, han procurado apoyar a aquellas organizaciones que trabajan con las necesidades más apremiantes de la población. 

“Esta es una actividad de fondos a entidades que están activamente ayudando al pueblo de Puerto Rico, gente que está en la calle tocando pueblos, tocando barrios, tocando líderes de barrio, gente con necesidades. Necesitan recursos para continuar”, subrayó el ejecutivo. 

Precisó que en la actualidad evalúan cinco propuestas adicionales de petición de ayudas, y que esperan continuar con las donaciones semanalmente. Estimó los recaudos, hasta el momento, en unos $14 millones. 

 “Se está recogiendo mucho dinero en efectivo. Nosotros creemos que, como gobierno, el gobierno puede llegar hasta un punto, pero este estilo de fundaciones sin fines de lucro conoce mucho mejor, a veces que el mismo gobierno, dónde está la necesidad, y por eso era tan importante devolverles a ellos y darles dinero”, puntualizó la primera dama Beatriz Rosselló, principal propulsora de la iniciativa.