El presidente de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Jorge Haddock, sostuvo hoy, jueves, que, si hubiera más recortes gubernamentales en el presupuesto de la institución que dirige, se tendría que aumentar el costo de la matrícula o despedir personal.

La advertencia surgió en la vista de transición entre la administración de Wanda Vázquez Graced y Pedro Pierluisi Urrutia, quien fue certificado, preliminarmente, por la Comisión Estatal de Elecciones como mandatario electo.

“Si hay recortes adicionales a las aportaciones del gobierno, no se puede sostener la nómina de la UPR sin aumentos (en el costo de la) matrícula”, afirmó el presidente en la Sala Sinfónica Pablo Casals del Centro de Bellas Artes en Santurce.

Explicó que, al asumir la posición en 2018, se afirmaba que la institución debía aumentar sus ingresos para sostenerse. Sin embargo, no se contempló que solo se podía utilizar la partida estatal y lo pagado por los alumnos para costear los salarios de los profesores y empleados no docentes.

“No se contemplaba que solo se puede utilizar unas partes de los fondos asignados por el gobierno… estamos (utilizando) el 96% de ese dinero que yo tengo disponible (incluyendo los ingresos de matrícula) para pagar nómina”, señaló Haddock.

Según los datos presentados, en el año fiscal corriente, las aportaciones del gobierno central rondan los $615 millones. La pandemia por el COVID-19 tuvo un saldo de $44 millones en este presupuesto; $34 millones para el año fiscal 2021. Desde 2017, la universidad ha sufrido un recorte del 40%.

El presupuesto de la UPR se completa con la matrícula, los fondos federales, asignaciones de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencia (FEMA, en inglés) y otros recaudos como las donaciones, becas, investigaciones y los programas de Servidores Públicos y Desarrollo Personal.

A pesar de que Haddock resaltó que ha habido un aumento en los ingresos de la institución, precisó que la mayoría de estos cuentan con requerimientos entre los que no se encuentra el pagar el sueldo del personal universitario.

Por tanto, la institución le solicitó a la administración entrante de Pierluisi Urrutia, $501 millones adicionales para evitar un aumento de matrícula y el despido de personal.

“El desarrollo social y económico de Puerto Rico ha sido, en gran parte, impulsado por los 117 años de historia de la UPR, gracias al apoyo del gobierno. Nosotros estamos pidiendo que continúen esa inversión porque es una para la economía y movilidad social del pueblo”, puntualizó Haddock.

El estudiantado subgraduado de la universidad del Estado ha sufrido aumentos en su matrícula, desde 2018, cuando el costo por crédito ascendió de $57 a $115. Actualmente, el precio de cada crédito es de $124, cantidad que la Junta de Supervision Fiscal (JSF) espera que alcance $157. Lo mismo ocurre con los alumnos graduados, quienes en promedio pagan, anualmente, $4,563.

Haddock puntualizó que, para apoyar a los universitarios, actualmente, la institución brinda $40 millones en becas, además de los $175 millones en asignaciones federales. Aseguró que, gracias a estas partidas, el 80% no paga costos por matrícula.

Sobre la consolidación de los 11 recintos universitarios exigido por la JSF para ahorrar los gastos de la institución pública, Haddock apuntó que, en gran medida, dependerá de las partidas gubernamentales, según conversaciones que tuvo con la directora ejecutiva del ente fiscal, Natalie Jaresko.

“En conversaciones que yo he tenido, en meses pasados, con la señora Jaresko, me ha indicado que ella no se opondría a reducir los recortes de la UPR, pero el gobierno de Puerto Rico tendría que reajustar su presupuesto para buscar ese dinero en otras asignaciones”, dijo el ingeniero industrial.

Continúa el diálogo por el sistema de retiro

La deuda más grande de la UPR es el sistema de retiro; suma $4.4 billones. La institución paga $160 millones, anualmente, para saldar esta cuenta, $48 millones menos que lo recomendado por la JSF.

Según el presidente de la universidad del Estado, las juntas de Gobierno y de Retiro de la UPR se reúnen, periódicamente, para llegar a “un acuerdo sostenible” en el que se proteja a los jubilados y se resguarde los servicios al estudiantado.

“No va a haber cambios para los retirados que ya califican, sino que estamos buscando que sea un sistema (de retiro) solvente”, subrayó.

En octubre, un panel del Tribunal de Apelaciones removió a la Junta de Gobierno como cuerpo rector del fideicomiso de retiro y nombró para esto a la Junta de Retiro, tras un proceso judicial que inició en 2018.

En cuanto a los bonistas, le adeudan $425 millones; la contribución anual es de $48 millones.

“Estamos trabajando con la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal (AAFAF) para renegociar la deuda, pero los bonistas han sido claros en que, hasta que no resolvamos el asunto del retiro, no negociarán con nosotros. Mientras, seguiremos pagando a tiempo”, señaló Haddock.

Si algunas de estas negociaciones fiscales son judicializadas, la UPR colocaría en riesgo su acreditación y los fondos federales e investigativos.

Respuesta pandémica

Solo diez días le tomó a la facultad universitaria adaptar el 95% de los cursos presenciales a la modalidad a distancia en marzo, cuando inició la pandemia por el COVID-19, de acuerdo con Haddock.

“No hubo interrupción académica. Todos los estudiantes, hasta el momento, terminaron dos semestres académicos y un verano (en línea), y no hubo interrupción administrativa”, destacó el presidente sobre la pandemia.

De igual forma, informó que, hasta el momento, han recibido 600 solicitudes más de ingreso al compararlo con años anteriores y que no han reportado bajas “significativas” debido a la pandemia.

A principios de mes, Haddock le solicitó a la Junta de Gobierno una dispensa para no requerir el College Board a los estudiantes de nuevo ingreso y que solo se utilice el promedio académico que obtuvieron los alumnos en escuela superior como criterio para ser admitidos a la institución.

El sistema UPR- dividido en 11 recintos- cuenta con 50 mil universitarios, 4 mil profesores y 6 mil empleados no docentes.