Desde hoy compartimos varias historias enmarcadas en el Día Internacional de la Mujer

En la lucha contra el crimen, llevan una batalla tras bastidores a favor de las víctimas.

Vestidas con batas blancas, guantes y otros artefactos de seguridad, hacen que sus armas sean los químicos, el telescopio y otros avances científicos utilizados para confirmar un delito, así como identificar quién es el perjudicado o su agresor.

Ese poder, en el Instituto de Ciencias Forenses (ICF), recae en manos de valerosas mujeres.

Sus caras son poco conocidas en esta ardua batalla. Pero, sus investigaciones han marcado vidas, principalmente, de miles de mujeres y niños que han sido víctimas del abuso sexual en Puerto Rico.

Un grupo de estas mujeres se encuentra en el Laboratorio de ADN (ácido desoxirribonucleico) de la agencia. Específicamente, son siete féminas a cargo del proceso de identificación de restos humanos y de trabajar los ‘safe kits’ de las agresiones sexuales que se registran en la Isla. El equipo está dirigido por la doctora Jenny Acevedo.

Es el “empeño y la pasión” lo que domina en los trabajos en esta división, en la que por alguna extraña razón en las convocatorias de trabajo sólo recibe resumé de mujeres interesadas en formar parte del grupo, comentó Acevedo. No obstante, la funcionaria vio este escenario como una “fortaleza”.

“Es como una dualidad, verdad, porque somos mujeres que tenemos muchísima sensibilidad, pero a la vez, al trabajar este tipo de casos, tenemos que tener una coraza, una fortaleza que es la que nos permite que podamos día a día enfrentar los retos de los diferentes casos que son, cómo le digo, los casos de agresión sexual cada vez son mucho más fuertes, difíciles de ser asimilados por el ser humano. O sea, los casos que se ven actualmente son (de esos) que uno dice, es imposible que pueda estar pasando esto en una sociedad como la que estamos viviendo en estos momentos. Así que nosotros tenemos que fortalecernos para poder trabajar estos tipos de casos tan duros que nos tocan día a día”, explicó.

La doctora Jenny Acevedo dirige el Laboratorio de ADN (ácido desoxirribonucleico) de la agencia.
La doctora Jenny Acevedo dirige el Laboratorio de ADN (ácido desoxirribonucleico) de la agencia. (Xavier Araújo)

En la sección de análisis de “safe kits” e identificación de víctimas, pueden llegar entre dos a 10 casos semanales de agresiones sexuales para ser analizados.

Acevedo contó que, de “lo que estamos recibiendo, muchísimos de los casos son de menores de edad. Niños, niñas, no hay discriminación entre si es fémina o es un masculino. Y en el caso de los adultos, es mucho más hacia las féminas. El porcentaje es muchísimo más alto. Diría que el 70% son féminas”.

Para las mujeres que lideran esta sección es un reto enfocar su trabajo a favor de estas víctimas más vulnerables de la depredación sexual.

“Es difícil para uno como mujer, verdad, ver cómo la sociedad ha ido en decaimiento de los principios y los valores. Porque, pensar que una persona puede agredir de esta manera a una mujer, a un niño, a una niña, pues, no es concebido en nuestra mente. Pero, lo que hacemos para poder seguir adelante y poder seguir laborando y sacando resultados es que nuestra labor es tan importante que, si nosotros no llegamos al fondo de un resultado del análisis de ese kit, pues más víctimas van a estar afuera sin poder tener justicia en cuanto a los hechos que le hayan ocurrido, ya sean niños, niñas, mujeres, hombres. Todo lo que nosotros analizamos aquí es súper importante para poder impactar a esta sociedad que ha sido víctima de cualquier evento”, subrayó.

La doctora también incluyó es su importante misión las pesquisas de los homicidios, principalmente, a la hora de llevar paz a los familiares de las víctimas. Es que bajo su análisis del ADN tiene a cargo dar a conocer la identidad de los cadáveres de personas que llegan hasta el ICF.

En general, las empleadas del Laboratorio de ADN destacaron lo satisfactorio que le resulta trabajar entre mujeres para identificar sospechosos de delitos sexuales o en la identificación de las víctimas de crímenes violentos.

“El saber que puedo aportar científicamente con lo que sé, enfocarme en lo que tengo conocimiento, en mi ciencia, y aunque esa víctima para mí no tenga cara, para mí es de gran peso, en lo personal, el yo poder aportar a identificar y detener que en las calles esa persona como tal o que ese perpetrador no esté haciendo más daño, sobre todo en la niñez”, comentó la analista forense Alma Márquez Maldonado.

Alma Márquez Maldonado se destaca como analista forense.
Alma Márquez Maldonado se destaca como analista forense. (Xavier Araújo)

Por su parte, la analista forense Tania Domínguez destacó que, al ser todas mujeres, logran un entendimiento especial para ponerse en posición de las víctimas y ser insistentes en buscar una solución científica en cada caso que trabajan. Dijo que al final del día, la labor que realizan será “ese granito de arena para que en algún momento de su vida (familiares de las víctimas) encuentren la sanación”.

Otra de las mujeres con una destacada prominencia dentro del ICF lo es Minnelly Hernández Huertas. Ella es la única persona certificada en la Isla para analizar las marcas de herramientas en superficies en la comisión de delitos (como goma, metales, plástico o huesos).

El trabajo lo realiza desde la sección de armas de fuego, que también está integrada en su mayoría por mujeres. Su director, Edward Pérez, comentó que laboran allí ocho hombres y 13 mujeres, incluida Hernández Huertas.

La función de la especialista es analizar la herramienta levantada en una escena del crimen, que puede ir desde un arma de fuego hasta un alicate, y certificar si fue o no utilizada para cometer delitos.

Minnelly Hernández Huertas es la única persona certificada en la Isla para analizar las marcas de herramientas en superficies en la comisión de delitos (como goma, metales, plástico o huesos).
Minnelly Hernández Huertas es la única persona certificada en la Isla para analizar las marcas de herramientas en superficies en la comisión de delitos (como goma, metales, plástico o huesos). (Xavier Araújo)

No se trata de si le dispararon a una persona con un arma. Es conocer, por ejemplo, si los golpes que recibió la víctima en la cabeza y que le causaron la muerte fueron ocasionados con la culata o empuñadura de esa arma ocupada y poderlo probar científicamente.

“El pueblo de Puerto Rico debe de estar tranquilo, porque tanto los hombres y las mujeres que trabajamos en el ICF, que diariamente realizamos análisis, investigaciones, tanto los que salen a la calle diariamente a cubrir las escenas del crimen, que también hay mujeres muy valiosas, profesionales también en ese campo y en ese grupo… nosotros estamos aquí preparados y listos, competentes, acreditados, para hacer los análisis pertinentes y darle al pueblo de Puerto Rico unos resultados confiables y de excelencia”, puntualizó.

Todo este grupo de féminas está dirigido por María Conte Miller en el ICF.

La patóloga, con motivo del Día Internacional de la Mujer, dijo estar orgullosa de que el 70% de los trabajadores de la agencia sean mujeres.

“Las mujeres somos ‘multitasking’, como llaman en buen español, con todo el respeto y aprecio a los caballeros. Pero, también eso demuestra cómo la mujer ha ido ganando terreno en el campo laboral y cómo esta agencia es una agencia que le da la oportunidad de evolucionar profesionalmente”, afirmó Conte Miller.