No son suficientes las multas que la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) le impuso a la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) por las más de 50 fallas que desembocaron en la muerte de dos empleados y que dejaron a otro dos con heridas graves.

Al menos así lo entienden los líderes de la Unión de Trabajadores de la Industria de Energía y Riego (UTIER), quienes además pidieron el despido del higienista a cargo de la central en la que ocurrió la fatal explosión el 13 de julio, ya que fue la persona que por años no mantuvo los controles de seguridad adecuados.

Según Ángel Figueroa Jaramillo, presidente de la Utier, Osha impuso una multa de $378,000 por el accidente que provocó la muerte de un empleado de la Planta de Palo Seco ocurrido en enero de 2011. Mientras, en el caso de la tragedia del 13 de julio en la que murieron Sergio “Beto” Hernández y Luis Rivera Rivera, hay 54 citaciones o fallas, tres de ellas de carácter intencional, y sin embargo la multa de Osha fue de $359,000, criticó Figueroa Jaramillo.

“Reconocemos que PR-Osha en esta investigación ha sido más rigurosa… pero tenemos la obligación de señalar el trato suave que Osha ha dado a la Autoridad de Energía Eléctrica ante su reiterada actitud de esconderle información y en la fijación de penalidades y multas”, afirmó en rueda de prensa en que aseguró que en el proceso de impugnación se han renegociado las multas que luego la AEE no paga.

Figueroa Jaramillo urgió al Departamento de Justicia a que culmine su investigación y radique cargos contra los responsables de las negligencias que provocaron la tragedia.

El informe de Osha concluyó entre otras cosas que la última vez que la AEE inspeccionó los sistemas de hidrógeno fue en el 2007. El instrumento para medir la presencia de hidrógeno no se calibra desde el 2011 y estaba obsoleto. Los empleados no tenían el equipo de protección adecuado y el patrono no evaluó ni aseguró que todos los riesgos fueran eliminados del área donde estaban los empleados accidentados.

Además de las muertes de Hernández y Rivera Rivera, en la explosión resultaron con heridas graves Luis Sánchez Domínguez y Juan Rodríguez Tirado ambos ya fuera de peligro.