Cabilderos y fondos privados.

La decisión del virtual candidato presidencial demócrata Barack Obama, de no aceptar fondos públicos para su campaña, revivió la imagen de los cabilderos y su influencia política.

El presidente del Partido Demócrata local, Roberto Prats, cree en el financiamiento público de las campañas como “el mecanismo más extremo para regular la inversión política” y afirmó que “ante la alternativa de un financiamiento público o privado, como es el caso de una campaña presidencial, respaldo el público”.

Sin embargo, Prats ve con “buenos ojos” la iniciativa de Obama de que “no entrará dinero de cabilderos” a su campaña política.

¿Cree que eso es controlable?

-Requiere una directriz bien fuerte del candidato... voluntad y un sistema dentro de la campaña.

“Me consta, de cabilderos amigos míos, que los viraron en una actividad de Obama porque eran cabilderos registrados”, reveló.

En el caso en que el candidato renuncia al financiamiento público y se acoge al privado, Prats es consciente de que “se corre el riesgo de que personas puedan ver en la campaña un lugar donde invertir”.

A su juicio, la manera de “librarse de esa atadura” en el financiamiento privado es con la directriz de no aceptar dinero de cabilderos -que usualmente proviene de sus clientes- y que se adopte la norma como “una regla inviolable de campaña’’. Conllevaría una estructura en un comité de finanzas y requiere que cuando llegue un cheque de aportación se rastree por completo, antes de que el dinero entre al fondo de campaña.

Como ejemplo hipotético señaló que Obama llama al dueño de una corporación en Puerto Rico para que le haga una actividad de 100 personas, a $1,000 por cabeza, pero pide al empresario previamente la lista de participantes. “Ahí hacen el chequeo. Lo cotejan con la base de datos del gobierno federal, si la persona está siendo investigada, si tiene algún récord de dudosa reputación en su expediente, y ahí el candidato dice: ‘Todo está bien, pero no podemos aceptar el dinero de cinco de ellos’”, explicó.

Como senador en el cuatrienio pasado Prats presidió la Comisión de Gobierno y Seguridad Pública, que agrupó esfuerzos dispersos en un proyecto tripartita para crear la Ley del Registro de Cabilderos de Puerto Rico y establecer la política pública sobre el cabildeo en las ramas Ejecutiva y Legislativa, que aprobó el Senado. Este cuatrienio Cámara y Senado decidieron establecer sendos registros de cabilderos.