El suministro y administración de las vacunas contra el coronavirus a más de 40,000 residentes y personal de centros de cuido prolongado de Puerto Rico se coordinará con las cadenas de farmacias Walgreens y CVS, informó la subsecretaria del Departamento de Salud, Iris Cardona.

En entrevista con Primera Hora, Cardona explicó que la decisión de asignar la ardua tarea a las cadenas estadounidenses -con presencia en Puerto Rico- recayó en personal de la Casa Blanca y el comité interagencial del gobierno federal creado para trabajar el tema de COVID-19, el cual está compuesto por el Departamento de la Defensa, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), el Departamento de Salud y Recursos Humanos Federal, entre otras agencias estadounidenses.

“Es importante que se sepa que fue el gobierno federal el que otorgó ese acuerdo a través de la Casa Blanca y el comité interagencial… ellos decidieron contratar a estas dos cadenas de farmacias que tienen presencia nacional para que sean ellos los que se encarguen de la vacunación en estas facilidades de cuido prolongado”, dijo Cardona al agregar que en coordinación con el Departamento de Salud se firmó un acuerdo de entendimiento con las empresas.

“La distribución será directa a las farmacias y estas tendrán que hacer las órdenes, según el proceso establecido y pautar con las facilidades que se van a impactar”, añadió la subsecretaria de Salud.

Se estima que en Puerto Rico hay 850 centros de cuido prolongado licenciados por el Departamento de la Familia. Se estima que en total de hogares residen más de 30,000 envejecientes. Mientras el total de empleados en estas facilidades se calculan entre 10,000 a 12,000.

“Las farmacias se han comprometido en llevar a cabo toda la logística para estos hogares de ancianos”, expresó Cardona.

El gobierno federal aprobó para Puerto Rico una distribución de un millón de vacunas para una primera fase en la que los residentes de hogares de ancianos tienen prioridad, junto a personal de primera respuesta y los profesionales de la salud.

Bajo la nueva iniciativa federal denominada Pharmacy Partnership for Long-Term Care Program (programa de asociación de farmacias con centros de cuidados a largo plazo), CVS y Walgreens colaborarán directamente con los centros para programar y coordinar las fechas en que se celebrarán las clínicas.

Cabe señalar que aun cuando la FDA (U.S. Food and Drug Administration) no ha aprobado el uso de alguna vacuna, hay compañías que han mostrado gran avance en sus ensayos clínicos, entre estas Pfizer, empresa que esta semana dio a conocer que su vacuna tiene un 90% de efectividad.

La vacuna de Pfizer requiere dos inyecciones, con un intervalo de tres semanas entre dosis.

Cardona destacó que las cadenas de farmacias serán responsables de adminsitrar los suministros y de mantener las vacunas a la temperatura adecuada, que en el caso de Pfizer requiere una refrigeración de -80 grados celsios. Pfizer ha prometido que enviará las vacunas en unos contenedores que mantendrán una temperatura adecuada por 10 días.

Walgreens y CVS serán responsables de reportar los datos de vacunación a las autoridades de salud pública estatales y federales y darle seguimiento a la población para la segunda dosis requerida.

La población de 60 años o más de la isla ha sido la más afectada en términos de desarrollar la enfermedad severa del COVID-19. En Puerto Rico, más del 80% de los fallecimientos – que hasta ayer sumaban 901- han ocurrido en esta población.

De otra parte, los brotes en hogares de ancianos han sido recurrentes en los últimos meses. El último informe del Departamento de Salud indicaba que en el mes de octubre se habían identificado 22 brotes de coronavirus en este tipo de residencias.

Según informó hace unas semanas la epidemióloga Idania Rodríguez, 17 de los 22 brotes -término científico establecido cuando se identifican más de tres contagios en un mismo entorno- han ocurrido en hogares ubicados en la región metropolitana. En agosto también ocurrieron 22 brotes en los centros de cuido prolongado, una cifra que disminuyó a nueve durante septiembre.

De otra parte, Rodríguez había explicado a Primera Hroa que hasta el 25 de octubre se habían registrado 73 muertes de residentes de hogares de envejecientes. Los decesos se comenzaron a percibir desde abril -un mes después que comenzara la pandemia. Fue en agosto, con 30 casos, que se identificó el mayor número de muertes entre residentes de cuidos de adultos mayores.

La edad promedio de los fallecidos en centros de ancianos es 83 años. Las regiones con mayor número de decesos registrados son Bayamón, el área metro y Arecibo.

El reporte del miércoles del Departamento de Salud indica que hay 38,799 casos confirmados de COVID-19 en la isla, 321 probables (pruebas de antígenos) y 34,424 sospechosos (pruebas serológicas). El total de casos activos se estima en 5,125.

Mientras se estableció una cifra récord de 556 hospitalizaciones. Es el sexto día consecutivo que en la isla hay más de 500 personas hospitalizadas a causa del virus. Asimismo, Puerto Rico lleva más de un mes en un repunte sostenido de casos que ubica a la isla en un nivel de alerta “naranja”, lo que implica que el gobierno debe tomar medidas de salud pública para contener la propagación del virus, cuya positividad actual es de un 10%. La actual orden ejecutiva con disposiciones para frenar la aceleración de contagios vence el viernes 13 de noviembre. Al momento, la gobernadora Wanda Vázquez Garced no ha emitido declaraciones sobre la nueva orden ejecutiva.