En su primer día como gobernadora Wanda Vázquez cargó su agenda de entrevistas individuales con algunos medios periodísticos en diversos espacios del Palacio de Santa Catalina, incluyendo la biblioteca de La Fortaleza donde, curiosamente, había sobre una de las mesas un libro abierto con un coquí en bronce encima de las páginas.

¿Usted puso ese libro sobre la mesa?, le preguntó Primera Hora.

“No. Vi que lo pusieron ahí, pero no lo he leído. ¿Por qué?”, expresó la exsecretaria de Justicia, quien juramentó como gobernadora de Puerto Rico el pasado miércoles a las 5:00 de la tarde luego que el Tribunal Supremo determinara que Pedro Pierluisi asumió el mando del país de manera inconstitucional el pasado viernes, 2 de agosto, día en que entró en efecto la renuncia del exgobernador Ricardo Rosselló.

La lectura está interesante. Tal vez le dejaron un mensaje…

Entonces, su portavoz de prensa, Mariana Cobián, procedió a leer aquella página: la 106 del libro de meditaciones “Mil razones para vivir” del autor Helder Cámara. Este libro fue regalado el 14 de agosto de 1987 al gobernador Rafael Hernández Coló. La gobernadora escuchó atenta.

“Apoya tu oído al suelo

y examina los ruidos a tu alrededor.

Predomina el ruido

de pasos inquietos y agitados,

de pasos apresurados en la sombra,

de pasos de amargura y de revuelta…

Ningún eco todavía

de los primeros pasos de esperanza.

Apoya tu oído en el suelo una vez más.

Contén la respiración.

Endereza tus antenas:

el Maestro se acerca.

Puede que no llegue

en las horas felices

sino en las horas duras

de pasos inciertos y difíciles…”

“¿Viste? Ni lo había visto. Vi que dejaron en la mesa un libro con un adornito pero no había visto la lectura… no había venido para acá… ¡Wow! Para que tú veas que son cosas que uno tiene que creer de verdad. Por más que me rehúse y rehúse (a ocupar el puesto a la gobernación) y pedía  que por favor resolvieran, al final, Dios dijo: ‘eres tú, eres tú y, pues nada, aquí estamos y vamos a aceptar Su voluntad. No es la mía. Es la de Él. Y aquí estamos echando pa’ lante y con esa fe por delante”, manifestó.

¿Usted es cristiana?

Sí.

¿Asidua de ir a la iglesia?

Sí. No con la frecuencia que quisiera pero sí soy muy devota de la virgen. Amo a la virgencita.

Entonces, ¿es católica?

Sí… y a la virgencita siempre la pongo por delante.

La gobernadora explicó que es devota de la Santísima Virgen María y que visita con frecuencia los santuarios de Schoenstatt ubicados en Cabo Rojo, Juana Díaz y Hatillo. Estos santuarios son una réplica de la capilla original creada en Alemania. La gente visita el lugar en busca de un retiro espiritual o un encuentro milagroso. La reportera Keylla Hernández -quien falleció el pasado año a causa de cáncer- visitaba con frecuencia los santuarios en busca de paz.

“Son unos santuarios bien lindos… a la virgencita la conocí hace mucho tiempo porque una persona me invitó. Ay, esa virgencita es milagrosa. Cuando tengas alguna situación aférrate a ella y verás que no falla”, sostuvo.

¿En estos días se ha aferrado a ella?

“Ay, sí. Ella es bella , yo la amo… siempre que hay alguien con alguna situación le digo:  ‘encomiéndate siempre y ya verás que te ayuda e ilumina. A ella yo le pido que se haga su voluntad y que ella decida con nuestro Señor Jesucristo cuál es el amigo correcto y yo lo aceptaré sin poner objeción. Dios dispone y ahí vamos”, agregó.

¿Entonces, ve lo de la gobernación como voluntad de Dios y de la virgen?

Así es. Esto no estaba en ninguna expectativa razonable de ningún puertorriqueño en el mundo… que me tocara dirigir las riendas de Puerto Rico jamás estaba en mis expectativas o en lo imaginable”, aseveró.

Como dato curioso a Wanda Vázquez se le olvidó colocar la mano sobre la Biblia durante su juramentación como gobernadora de Puerto Rico, según explicó en una entrevista radial.

A diferencia de las pasadas juramentaciones a la gobernación de la Isla, la exsecretaria del Departamento de Justicia no puso su mano encima de las Sagradas Escrituras, lo que provocó interrogantes sobre el proceso.

"Fue un olvido del momento, todo el mundo estaba un poquito nervioso, así que fue un olvido del momento", explicó la gobernadora.

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De acuerdo al profesor y exsenador Ángel Rosa, poner o no la mano en la Biblia no posee efecto jurídico ni legal. "No es obligatorio, es una cuestión de costumbre, por la costumbre cristiana de los que han juramentado la gobernación. Pero no es necesario ni es obligatorio porque existe completa separación de Iglesia y Estado en nuestro sistema", indicó.