Un nutrido grupo de yaucanos acudió esta tarde a la plaza de recreo Fernando Pacheco y Matos para recibir al exalcalde Abel Nazario Quiñones, quien hace unos días fue excarcelado de una prisión en el estado de Georgia a donde cumplía una sentencia de 18 meses por ofrecer declaraciones falsas sobre el uso de fondos federales del Departamento del Trabajo.

Sin embargo, luego de dos meses y medio de ser ingresado en el Jesup Federal Correctional Institution, el juez federal Joseph N. Laplante concedió una solicitud presentada por la defensa de Nazario Quiñones para que fuese liberado mientras espera por la apelación de su condena.

Tan pronto se supo que el exsenador del Partido Nuevo Progresista (PNP) saldría esta misma semana, el líder comunitario Jonathan Hernández convocó a sus compueblanos para darle la bienvenida a la libre comunidad.

Así que, desde temprano, ciudadanos de todas las edades se fueron uniendo en un ambiente que parecía una fiesta de pueblo hasta que se anunció por altavoz la llegada del exfuncionario que dirigió la poltrona municipal durante cuatro cuatrienios.

“Con cariño… yo no lo esperaba. Fue algo espontáneo de Jonathan que me dijo ayer por la noche y le dije, ‘pues, si es para saludar a la gente, con mucho gusto”, expresó al arribar a la plaza del pueblo.

“Aquí no hay empleados públicos, quizás haya uno que otro… esto es gente del pueblo. Yo no tengo posiciones que darle a la gente, yo no tengo dinero que darle ni carreteras para construirles, pero puedo darle amor, y, ese amor es lo que la gente me da en todas las esquinas donde yo me meta”, explicó mientras grandes y pequeños se le acercaban para darle un abrazo.

Sostuvo que el proceso en prisión fue muy duro, pero aprendió mucho en el poco tiempo que estuvo.

“Encontré gente con mucho corazón allí; gente que, a pesar de que cometieron delitos, algunos se han reivindicado. Otros, al igual que yo, se sienten inocentes y otros que aceptan que han cometido delito y que tienen que cumplir, pero de casi 200 confinados no hubo una mala mirada… todo lo contrario, me ayudaron en el proceso a entenderlo, a comprenderlo, a aceptarlo y a vivirlo”, confesó sobre su estancia en la institución federal a donde se entregó el pasado 25 de mayo.

“Le agradezco a ellos que me hicieron pasar un tiempo que, aunque fue duro, menos malo. Fueron dos meses y 14 días, pero yo no esperaba salir tan pronto porque esa petición la habíamos hecho antes y el juez la había reservado, así que cuando salí (hacia Estados Unidos) pensé que eso estaba descartado”, agregó.

Señaló que su excarcelación “es una oportunidad grande y le doy gracias a Dios que me la ha dado”.

“Las oraciones de la gente en este pueblo, los que son católicos prendían velones, los que son pentecostales o bautistas hacían oraciones. Bueno, de todas formas, de expresión de cariño y eso para mí es importante”, subrayó.

Mencionó, que la concesión de libertad otorgada por el juez Laplante sucedió durante su primer día como maestro de Estudios Sociales y Español; un deseo expresado a este medio horas antes de entregarse a las autoridades federales.

“Estábamos viendo televisión, yo estaba jugando dómino con un grupito de compañeros afroamericanos de Georgia, me gustaba ganarle en el dominó y de momento hay un cristal y yo estoy viéndome que estoy en la televisión y uno de ellos me vio, abrió la puerta, pero yo no pude escuchar la noticia. Hasta que otro de los confinados bajó que había visto la noticia y me dijo ‘Abel, te vas mañana. Recoge que te vas mañana”, recordó.

Al llegar de nuevo a su pueblo, Nazario Quiñones espera reiniciar los asuntos que quedaron en el tintero, además de agendar un sinnúmero de invitaciones de personas de toda la Isla que quieren compartir con él.

Asimismo, pretende continuar vendiendo productos Farmasi, iniciar un programa de radio y seguir con su tesis doctoral.

Al preguntarle si retomará su participación en la política puertorriqueña, el exalcalde de Yauco dijo que “yo he estado en la política siempre… yo no me he ido, pero a cuestiones electivas no”.

“Voy a ayudar a la gente y tratar de llevar un mensaje diferente, que los incluya a todos y no excluya a nadie”, aseveró.

De otra parte, el exsenador del PNP criticó la inacción de las autoridades gubernamentales por la situación que viven muchos yaucanos que perdieron sus hogares a consecuencia de los terremotos.

“Nosotros tuvimos terremotos aquí, no se ha construido una sola casa en Yauco y la gente perdieron las casas y (el gobierno) tienen millones de dólares. Los puentes todavía están destruidos y yo creo que hay que hacer gobierno con corazón y creo que Pierluisi tiene la capacidad para eso”, manifestó.

“La burocracia hay que mandarla al infierno, eso de permisos… ¿cómo tú vas a alguien del Cerro que se le rompió la casa o alguien del Cafetal (a exigirle) tantos permisos? Vamos a actuar rápido para que la gente tenga vivienda”, censuró.

Mientras tanto, Sandra Lugo Camacho fue una de las ciudadanas que acudió a recibir al exalcalde.

“Me sorprendió mucho y yo creo que Dios tiene una misión con este señor, porque todo lo que ha pasado es increíble y todo lo que ha podido sobrevivir. No somos perfectos”, dijo Lugo Camacho a Primera Hora.

“Yo, personalmente, no estuve de acuerdo con muchas cosas que pasaron en los últimos cuatro años porque pienso que el poder se le fue a la cabeza. Pero en cuestión de trabajar para el pueblo, su visión, su desarrollo… no tiene comparación Abel Nazario”, agregó.

En el otro lado de la plaza estaba Wanda Rivera quien portaba una pancarta que decía “Abel Nazario: tus amigos, los viajeros frecuentes, te dan la bienvenida a tu casa”.

“Él nos enseñó que más allá hay gente, hay mundo, y le inculcó el deseo de conocer otras culturas a nuestros jóvenes, eso los ayudó a superarse y trazar metas universitarias para ellos poder continuar viajando. Nosotros somos parte de esa cultura que él nos inculcó y hoy día nuestros hijos, todos son profesionales”, expuso la mujer de 55 años.

“Él los enseñó, a través de los incentivos educativos, a que estudiaran y se enfocaran en sus metas, que nunca dijeran ‘no puedo’. Que siempre dijeran ‘que sí podían’, tal como él pudo regresar hoy a su pueblo. Estamos muy contentas, felices de que él ya está aquí”, concluyó.