Científicos rusos expresaron su alarma por las nuevas restricciones a la interacción con colegas extranjeros, que parecen asemejar a las existentes en la era soviética.

El diario científico Troitsky Variant publicó el miércoles un decreto reciente del Ministerio de Educación que impone una amplia gama de restricciones a los encuentros y comunicaciones entre empleados de institutos de investigación estatales e institutos e individuos extranjeros.

Dijo que desde ahora los científicos rusos están obligados a informar a las autoridades con cinco días de anticipación sobre la visita de un colega extranjero y presentar un informe posterior. El diario pidió al ministerio que anule el decreto. Alegó que sería perjudicial para la posición de la ciencia rusa en el mundo.

"Estos decretos ridículos e imposibles de cumplir, lejos de aumentar la seguridad de nuestro país, sólo incrementarán su aislamiento de las naciones desarrolladas y desacreditarán a las autoridades", dijo el científico Alexander Fradkov.

Esta clase de restricciones, muy comunes en la época de la Unión Soviética, fueron eliminadas en su mayoría a fines de la década de 1980.

El Ministerio de Educación aseguró el miércoles que no se trataba de una orden sino una recomendación y negó que tratara de controlar a los científicos. Añadió que los científicos rusos ya enfrentan "ciertas restricciones" cuando visitan instituciones en el extranjero.

En declaraciones a la prensa, el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, opinó que las restricciones eran "excesivas".

En tanto, crecen las presiones sobre la comunidad científica.

El anciano especialista en cohetes Viktor Kudryavtsev está preso desde hace más de un año bajo cargos ambiguos de traición. Un colega suyo fue arrestado el mes pasado bajo cargos parecidos. Los científicos rusos han exhortado en vano a las autoridades a que retiren los cargos contra ambos científicos.