La justicia boliviana ordenó la prisión preventiva por tres meses de un sacerdote investigado por el presunto abuso sexual de una menor de 14 años, se informó el martes.

Por su parte, la Iglesia católica, “por prevención”, suspendió al cura de sus funciones mientras dure la investigación.

“La Iglesia tiene una orientación clara: cero tolerancias, cero encubrimientos en torno al abuso a menores. Espero que la justicia obre con imparcialidad de manera objetiva y pronta”, dijo el arzobispo Ricardo Centellas.

La policía detuvo al sacerdote de 52 años -del que sólo se dieron a conocer las iniciales de su nombre- el pasado sábado en la sureña ciudad de Sucre tras la denuncia de los padres de la adolescente.

El coronel Marcelo Valdivia, director de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia, informó que según las primeras investigaciones el párroco se hizo amigo de los padres de la menor y frecuentaba la casa cuando ellos salían. La menor también asistía a la parroquia. El sacerdote presuntamente habría aprovechado de su posición de catequista e instructor para cometer los vejámenes, mencionó Valdivia.

Los padres no descartaron que sus compañeras hayan podido sufrir abusos.

En los últimos años hubo otras cuatro denuncias de abusos y violaciones cometidas por clérigos de las cuales dos llegaron a la sentencia. Las otras dos no siguieron adelante tras el suicidio del cura sospechado y la fuga del otro sacerdote acusado.