Un tren de pasajeros descarriló el miércoles en un tramo curvo de las vías en el noroeste de España, lo que provocó la muerte de al menos 77 personas atrapadas dentro de los vagones volcados y dejó más de 130 heridos en el peor accidente ferroviario en décadas en el país, dijeron las autoridades.

Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSJG) han precisado que, de las 77 víctimas, 73 han sido localizadas en el lugar en la tragedia mientras que otras cuatro han fallecido en los hospitales a los que habían sido trasladadas.

Cuerpos cubiertos por mantas yacían junto a las vías mientras los rescatistas intentaban sacar a personas atrapadas en los vagones, algunas a través de ventanas rotas.

Una escena mostró un vagón apuntando al cielo, con un extremo totalmente retorcido, en tanto otro estaba partido en dos y un tercero había saltado de las vías a un camino cercano y se encontraba partido en dos.

Los funcionarios dieron diferentes cifras de muertos tras el accidente en las afueras Santiago de Compostela, en la víspera del festival religioso anual de la ciudad que atrae a decenas de miles de peregrinos cristianos de todo el mundo.

La ferroviaria estatal Renfe dijo que había 218 pasajeros y un número no especificado de empleados a bordo de los ocho vagones del tren en el momento del accidente, a las 8:41 (hora local) en una sección de alta velocidad que se había inaugurado hace apenas dos años.

Renfe dijo que estaba colaborando con el juez nombrado para investigar el accidente.

La funcionaria de salud de Galicia Rocío Mosquera dijo a la prensa el jueves por la madrugada que más de 140 pasajeros recibieron tratamiento en hospitales de la zona, con heridas que iban de leves a graves, y algunos estaban siendo operados horas después del accidente.

Las festividades previstas para el jueves en Santiago de Compostela fueron canceladas, informaron funcionarios.

Ese día los peregrinos católicos convergen en la ciudad para celebrar un festival en honor de Santiago, el discípulo de Jesús, cuyos restos se cree descansan en un lugar sagrado. La ciudad es el principal punto de encuentro para los fieles que llegan hasta el final de la ruta de El Camino de Santiago, que ha atraído a los cristianos desde la Edad Media.

Al menos 78 personas han fallecido al descarrilarse un tren en las inmediaciones de Santiago de Compostela.

El accidente ocurrió alrededor de una hora antes del atardecer, cuando el tren salió del túnel y descarriló en la curva, con lo que los vagones salieron volando de las pistas. Al menos uno se incendió en una escena que Feijoo describió como "dantesca".

"El tren iba a una velocidad muy rápida y en la curva se salió de las vías, se volcó", dijo a la SER Sergio Prego, un pasajero en el tren. "Es un desastre. Nosotros fuimos de los pocos afortunados que pudimos salir en nuestros propios pies".

Otro pasajero, Ricardo Montero, dijo a la radio que "cuando el tren llegó a la curva empezó a volcarse, muchas veces, algunos vagones quedaron encima de otros y mucha gente quedó atrapada abajo. Tuvimos que meternos por abajo para sacarlos".

Un fotógrafo en el lugar, Xabier Martínez, dijo a la Associated Press que habló con dos pasajeros heridos, quienes dijeron haber sentido una fuerte vibración antes del descarrilamiento.

Las autoridades dijeron que creían que el choque fue un accidente, pero se negaron a ofrecer más detalles, alegando que había una investigación en curso sobre la causa. No especularon acerca de si podría ser un acto terrorista, como los atentados de trenes de cercanías de Madrid en 2004 en los que murieron 191 personas.

El tren, que pertenece a la estatal Renfe, había partido de Madrid. A pesar de que no era un tren de alta velocidad AVE, se trataba de una versión relativamente lujosa que utiliza la misma pista que el expreso más rápido de España.

El accidente no es el peor en la historia ferroviaria española, ya que un tren que viajaba de Madrid a Galicia en 1944 se estrelló y provocó la muerte de 78 personas, y hubo otro incidente en 1972 en ruta a Sevilla que dejó 77 muertos.

En Río de Janeiro, donde acompaña al papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud, el portavoz del Vaticano, reverendo Federico Lombardi, pidió un minuto de silencio por las víctimas del descarrilamiento al iniciar la conferencia de prensa con la que finaliza cada día.

"Puedo decir que el papa ha sido informado de este accidente (...) Él se une al dolor de las víctimas y participa de este evento triste para la iglesia de España y toda la iglesia, y pide rezar en este momento de dolor", declaró Lombardi.

El rey Juan Carlos y el presidente de gobierno Mariano Rajoy, quien nació en Galicia, ofrecieron sus condolencias.

Rajoy anunció que visitaría el jueves el lugar de la tragedia.