Adolescente de 15 años tiene un doctorado y estudia medicina: sueña con crear superhumanos
Este es el joven que ya es doctor en Física y va por su segundo doctorado.

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Con tan solo 15 años, Laurent Simons se ha doctorado en física cuántica por la Universidad de Amberes y se ha convertido en el doctor más joven de Bélgica. Mientras inicia un segundo doctorado en medicina en Múnich, afirmó que su objetivo es crear “superhumanos” y alargar la vida mediante tecnología e inteligencia artificial.
Laurent Simons, nacido en Ostende en 2010, ha encadenado hitos académicos a una velocidad inusual. Terminó el instituto a los ocho años, completó el grado en física en 18 meses y obtuvo un máster en física cuántica a los 12. Ahora antes incluso de alcanzar la mayoría de edad, ya ha defendido una tesis doctoral en uno de los campos más complejos de la ciencia.
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Su doctorado en la Universidad de Amberes está centrado en Física cuántica, un área que estudia el comportamiento de las partículas más pequeñas del universo y que, en palabras del propio Simons, puede considerarse “el fundamento de todo”. Entre otros proyectos, ha trabajado con condensados de Bose-Einstein a temperaturas ultrabajas y ha explorado analogías entre estados de bosones y agujeros negros.
Pese a su edad, el joven prodigio tiene una hoja de vida amplia: ha pasado por programas de Ingeniería eléctrica en la Universidad Técnica de Eindhoven, ha hecho prácticas de óptica cuántica en el Instituto Max Planck y ha participado en distintos entornos de investigación de alto nivel. Un conflicto con la universidad holandesa, que no quiso acelerar su graduación por temor a la presión mediática, lo llevó a trasladarse a Amberes (Antwerp), donde sí pudo avanzar al ritmo que su capacidad permitía.
Simons no oculta la ambición de su proyecto vital. Su meta, explicó, es acercarse a una forma de “inmortalidad” biológica realista: prolongar de manera significativa la esperanza de vida y mejorar el cuerpo humano mediante tecnología. Para lograrlo, quiere combinar física, química, medicina inteligencia artificial en un enfoque interdisciplinar que vaya desde la comprensión fundamental de la materia hasta aplicaciones clínicas.
El siguiente paso ya está en marcha. Tras defender su tesis en Amberes, se instaló en Múnich, donde realiza un segundo doctorado en ciencia médica con enfoque en inteligencia artificial. Calculó que le tomará entre año y medio y dos años completarlo y, después, planea seguir vinculado a la academia, investigando y perfeccionando sus conocimientos en la interfaz entre Física y Medicina.
Su talento ha despertado el interés de grandes inversores y compañías tecnológicas que siguen de cerca su trayectoria. Según relató su padre, han recibido contactos de personas “increíblemente ricas” interesadas en apoyar sus proyectos, aunque de momento no hay acuerdos cerrados. El propio Laurent no descarta una futura incursión en el mundo empresarial, pero por ahora asegura que prefiere concentrarse en la ciencia.
A pesar del aura de “niño genio” que lo rodea, Simons mantiene costumbres propias de cualquier adolescente. Disfruta pasar tiempo con amigos, jugar videojuegos y hacer maratones de películas de Marvel. Su familia insiste en que, más allá de los récords, procuran que su formación sea compatible con una vida personal equilibrada.
El caso de Laurent Simons vuelve a abrir el debate sobre cómo gestionar el talento extremo en la infancia y la adolescencia. Él, entretanto, resume su horizonte con una idea fija: usar su inteligencia y su formación para mejorar la medicina y alargar la vida humana, convencido de que la combinación entre ciencia básica e inteligencia artificial será clave para construir los “superhumanos” que imagina.

