Airbnb permitirá a sus empleados vivir y trabajar prácticamente en cualquier lugar del mundo, tras adoptar una política de teletrabajo para atraer a empleados y garantizar flexibilidad.

La empresa, que contacta a propietarios de inmuebles particulares para alojamiento temporal y que tiene sus oficinas principales en San Francisco, dijo la tarde del jueves que bajo la nueva política, los empleados podrán trabajar desde oficina, casa o durante sus viajes a 170 países.

El personal todavía tendrá que reunirse en persona para las reuniones frecuentes y eventos de equipo, acotó en un mensaje a los empleados el director general, Brian Chesky. Los salarios no se modificarán si los empleados deciden mudarse.

Los empleados pueden pasar hasta tres meses trabajando en cada país que visitan cada año, pero todavía necesitarán una dirección permanente por motivos fiscales y de nómina, que incluyen una “montaña de complejidades”, agregó Chesky, pero dijo que la empresa trabaja para una solución de código abierto.

La nueva política pondrá a la empresa en una mejor posición para contratar y retener a las mejores personas al no “limitar la fuente de talento a un radio alrededor del traslado a nuestras oficinas”, explicó Chesky. El trabajo remoto y la flexibilidad “se convertirán en la manera predominante en la que todos trabajaremos dentro de 10 años”, añadió.

Millones de personas empezaron a trabajar de forma remota durante la pandemia para limitar su posible exposición al COVID-19. Las empresas empiezan a pedir a esos trabajadores que regresen a la oficina, por lo menos en modo híbrido, incluso otras empresas tecnológicas como Meta —la matriz de Facebook— y Microsoft.