Tegucigalpa.- Una cadena de sismos, entre dos y cinco grados en la escala abierta de Richter registrados en el Caribe de Honduras, ha causado alarma hoy entre pobladores de los departamentos de Cortes, Atlántida y Yoro.

Vecinos de la aldea El Juncal, Yoro, dijeron hoy a medios locales de prensa que llevan nueve días durmiendo en los patios de sus casas a raíz del terremoto de 7,1 grados que se registró el 28 de mayo pasado, con epicentro localizado unos 130 kilómetros al norte de la ciudad puerto de La Ceiba, Atlántida.

En El Juncal hay viviendas destruidas hasta en un 90 por ciento, según testimonios de pobladores que hoy recibieron la visita de autoridades de la Alcaldía de Olanchito para evaluar los daños y ver qué tipo de ayuda se les puede ofrecer.

Informes similares se han recibido de algunas aldeas de Atlántida y Cortés.
Varios vecinos de El Juncal incluso se han trasladado a vivir a la ciudad de Olanchito, que se localiza a pocos kilómetros de distancia.

Entre las 18.30 horas locales del jueves y las 07.30 de hoy (00.30 y 13.30 GMT) se han registrado al menos cinco temblores fuertes, los cuales no tienen relación con el terremoto de mayo pasado, que dejó al menos siete muertos y daños materiales, aunque no de gran magnitud.

El físico Gonzalo Cruz, del Observatorio de Física de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, dijo a periodistas que la cadena de movimientos registrados ayer y hoy son producto de fallas geológicas en el occidente, norte y Caribe hondureño.

Agregó que Honduras es un territorio cruzado por varias fallas geológicas, algunas de las cuales han tenido actividad esta semana.

Hasta mayo pasado, muchos hondureños solamente asociaban los temblores con las erupciones volcánicas, de lo que el país ha estado libre porque no tiene volcanes activos, aunque hay muchos cerros que tienen ese origen.
El Juncal se localiza en la zona de influencia de la falla geológica El Aguán, que habría sido activada por el terremoto del 28 de mayo.

Cruz subrayó que las fallas geológicas y las réplicas posteriores al terremoto de mayo, se seguirán registrando al menos unas dos semanas más con eventos de importancia o magnitudes intermedias.

Añadió que la población debe guardar la calma y se debe acostumbrar a vivir con las fallas geológicas, como ocurre en países vecinos de Centroamérica y de otras latitudes del mundo.

El terremoto de mayo se sintió en casi todo el territorio hondureño, lo mismo que en Guatemala, El Salvador y Nicaragua.