Los servicios secretos alemanes conocían desde hacía años la capacidad de sus homólogos estadounidenses para interceptar comunicaciones en todo el mundo y recurrieron a ellos en repetidas ocasiones, según informó hoy el rotativo "Bild".

La revelación, que cita fuentes del gobierno de EEUU, contradice las declaraciones del Ejecutivo alemán hasta la fecha, que han negado conocer el programa "PRISM" estadounidense denunciado públicamente por el extécnico de la CIA Edward Snowden.

En concreto, el diario indica que los servicios secretos de su país, el BND, solicitaron ayuda a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense cuando ciudadanos alemanes eran secuestrados en Afganistán y Yemen, entre otros lugares.

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Con estas solicitudes a los colegas estadounidenses, el BND lograba los metadatos de las últimas llamadas telefónicas y los últimos correos electrónicos de los secuestrados, lo que ayudaba a localizarlos.

El Ejecutivo de la canciller Angela Merkel indicó a "Bild" a través de un portavoz que el gobierno "no comenta públicamente detalles" de la "cooperación" entre los servicios secretos alemanes y los estadounidenses, y remitió al correspondiente organismo parlamentario de control.