Andrew Tate, un “influencer” misógino sospechoso de trata de personas, explotación sexual y violación, pasará otro mes más de arresto domiciliario en Bucarest, según dictaminó la Justicia rumana.

La medida se extiende a su hermano Tristan y a sus dos supuestas colaboradoras rumanas, que habrían colaborado en reclutar a mujeres para que fueron explotadas sexualmente, según el canal Digi24.

“Otra vez. 30 días más”, escribió Andrew Tate en Twitter, donde tiene 6,5 millones de seguidores y difunde contenidos misóginos y una visión agresiva de la masculinidad.

Tate, de 36 años, es un ciudadano británico-estadounidense que fue detenido inicialmente a finales de diciembre en Bucarest, junto con su hermano Tristan y sus dos cómplices rumanas.

Tras pasar tres meses en prisión preventiva, a finales de marzo se les impuso arresto domiciliario.

La Fiscalía rumana acusa a los dos hermanos de trata de mujeres, incluidas menores de edad, con fines de “explotación sexual”, particularmente para la producción de películas pornográficas.

Los acusados fingían enamorarse de las víctimas, que después retenían en una mansión en Bucarest, y las obligaban a realizar vídeos pornográficos que más tarde comercializaban.

Las víctimas han declarado a las autoridades que en el inmueble se habían instalado estudios de vídeo, estaban vigiladas por guardias armados y se las obligaba a tatuarse “owned by Tate” (propiedad de Tate).

Los detenidos aseguran ser inocentes.

Tate, que reside en Rumanía desde 2017, ha sido expulsado de varias redes sociales por expresar puntos de vista misóginos y discursos que incitan al odio.