Ighran, Marruecos. En lo alto de una colina del Rif marroquí, los metros son oro. Treinta y dos han tenido que excavar las máquinas para llegar al mismo nivel que el fondo del pozo donde está el niño que tiene en vilo al país a medida que un grupo de hombres va perforando poco a poco hacia él.

Del estado físico de Rayan, el pequeño de cinco años que cumple el sábado cuatro días en el pozo, poco se sabe, pero las tareas de rescate siguen sin descanso día y noche, ahora en su segunda fase: la apertura de un túnel de cinco metros y medio en horizontal hasta el fondo del pozo.

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Una tarea que se hace con extremo cuidado para evitar derrumbamientos de la tierra arcillosa, de forma manual, por dos equipos que se van turnando para perforar un túnel al pie del enorme muro dejado por las máquinas que ya excavaron hasta abajo.

En lo alto de ese muro, un precipicio visto desde la casa de la modesta familia de Rayan, está la boca del pozo, que se adivina desde abajo gracias a tres palos puestos en forma de campaña sobre ella y una luz alumbrándola.

Abajo, los técnicos van colocando tubos en lo perforado del túnel y avanzando centímetro a centímetro, pero el tiempo y las tareas van lentas. Ocho horas para excavar dos metros y medio.

Los marroquíes siguen en vilo los trabajos de rescate de Rayan, el niño de 5 años que lleva varios días en el fondo de un estrecho pozo al que se intenta acceder con varias excavadoras.
Los marroquíes siguen en vilo los trabajos de rescate de Rayan, el niño de 5 años que lleva varios días en el fondo de un estrecho pozo al que se intenta acceder con varias excavadoras. (Jalal Morchidi)

La labor se detuvo la madrugada del sábado cuando los técnicos que trabajan en el rescate se toparon con una roca que ha ralentizado la perforación del túnel.

Abdelhadi Tamrani, responsable del comité de seguimiento y vigilancia del rescate, detalló que la piedra detuvo los trabajos durante unas tres horas, cuando quedaban algo menos de tres metros para llegar a Rayan.

El suceso ha causado una gran conmoción en Marruecos, donde las redes sociales se llenan de fotos y mensajes de solidaridad con los padres del niño. Muchos internautas han cambiado sus imágenes de perfil por la de Rayan.